Uagadugú – “El país está conmocionado. Desde 2015 no se producía una masacre de este tipo” dicen a la Agencia Fides fuentes de la Nunciatura Apostólica de Uagadugú, capital de Burkina Faso, donde en la noche del 4 al 5 de junio fueron masacradas al menos 160 personas en la aldea de Solhan, en el noreste del país.
“Por el momento las noticias son todavía fragmentarias” dicen fuentes de Fides. “No sabemos el número exacto de víctimas, se habla de 160 muertos pero podrían ser más, ni qué grupo cometió la masacre”.
“A la espera de información más precisa podemos hacer algunas consideraciones”, continúan las fuentes de Fides. “Desde una primera evaluación, las autoridades del país parecen creer que los que perpetraron la masacre querían afirmar su capacidad de controlar el territorio. De hecho, el ejército ha organizado grupos de autodefensa de los pueblos de la zona. Con estas masacres los terroristas parecen haber querido responder a estas iniciativas defensivas. En cualquier caso, esta zona es estratégica porque conecta Malí y Níger, a través de Burkina Faso”".
Solhan es una pequeña ciudad situada a unos 15 kilómetros de Sebba, la capital de la provincia de Yagha, que en los últimos años ha visto numerosos atentados atribuidos a yihadistas vinculados a Al Qaeda y al Estado Islámico. A la masacre de Solhan le siguió inmediatamente otra, cometida en la noche del 4 de junio en un pueblo de la misma región, Tadaryat, con un saldo de al menos 14 muertos. Los días 17 y 18 de mayo, 15 civiles y un soldado murieron en dos asaltos a una aldea y una patrulla en el noreste del país.
El Estado ha decretado un luto nacional de 72 horas a partir del domingo 7 de junio, mientras que la Conferencia Episcopal ha invitado a las parroquias a celebrar un momento de oración por las víctimas al final de las celebraciones del Corpus Christi.
El Papa Francisco también ha recordado las masacres de civiles en Burkina Faso. Tras el Ángelus del domingo 6 de junio, el Santo Padre ha dicho “Deseo asegurar mi oración por las víctimas de la masacre perpetrada en la noche del viernes al sábado en una pequeña ciudad de Burkina Faso. Estoy cerca de sus familias y de todo el pueblo burkinés, que está sufriendo mucho por estos repetidos ataques. África necesita paz y no violencia”.
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