Reynosa - "La gente de Reynosa está herida, conmocionada y aterrorizada ... lamentablemente estamos acostumbrados a la violencia, que no debería ser, ya que todos tenemos derecho a una vida segura y en paz": estas son las palabras de Mons. Eugenio Andrés Lira Rugarcía, obispo de la diócesis de Matamoros, Tamaulipas, frente a la muerte violenta de 15 personas, asesinadas por un grupo armado en el municipio de Reynosa, estado de Tamaulipas el sábado 19 de junio. Aunque aún no se conoce al autor de esta masacre, se sabe que las víctimas eran civiles comunes, entre ellos un taxista, un estudiante de enfermería, algunos trabajadores obreros. Las autoridades informaron inicialmente que se trataba de un enfrentamiento entre cárteles de la droga, pero luego quedó claro que se trataba de una acción para sembrar el terror y dejar un mensaje criminal entre la gente.
Tamaulipas es un estado ubicado en la frontera con Texas, donde desde hace algún tiempo operan varios grupos dedicados al narcotráfico y tráfico de personas a Estados Unidos, como el Cartel del Golfo. El sábado 26 de junio, parte de la población de Reynosa salió a las calles dando vida a una manifestación en las principales calles de la ciudad, pidiendo la paz: "Queremos vivir en Paz", se lee en los carteles de los manifestantes. Aunque fueron cerca de un centenar de personas, los dirigentes de las asociaciones civiles que organizaron la marcha destacaron que la gente tiene miedo incluso de salir de casa. Esta semana hubo un "toque de queda voluntario": nadie en la calle después de las 5 de la tarde, incluso las tiendas cerraron a esa hora, una señal de miedo y protección.
Mons. Lira Rugarcía dijo a la prensa que "muchas familias han tenido que enterrar a sus seres queridos con dolor: padres, hermanos, hijos y amigos, que les han sido arrebatados injustamente. ¡Es horrible!" El obispo de Matamoros celebró una misa por las víctimas de la masacre del 19 de junio, el pasado jueves 24 de junio, pero hubo muy poca gente por miedo. “Es una cosa injusta que pocos tengan que obligar a todos a no poder salir de casa para ir a trabajar, ir a la iglesia, visitar familias. No se puede aceptar vivir con miedo. Es un daño emocional, físico, social. Espiritual y económico "comentó el obispo.
El Santo Padre Francisco, con una carta dirigida a Mons. Lira Rugarcía, firmada por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, envió su mensaje condenando el hecho violento: "Habiendo conocido la triste noticia del sangriento enfrentamiento que tuvo lugar en Reynosa, en la que han perdido la vida muchas personas inocentes, el Santo Padre renueva su firme condena por este episodio de violencia injustificable ”.
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