“Este es un momento importante para Etiopía en un intento de elecciones democráticas, libres y justas” informan a la Agencia Fides fuentes de la iglesia local.
La preocupación por la seguridad sigue siendo alta, especialmente tras el asesinato de ocho cooperantes en los últimos meses, sobre el que también se ha pronunciado el gobierno estadounidense. “Hacemos un llamamiento a todos los actores armados para que permitan y faciliten un acceso sin obstáculos, consistente y seguro a la ayuda y a los trabajadores humanitarios para que lleguen a todas las personas necesitadas”, señalaron desde la embajada de Estados Unidos en Etiopía. “El gobierno de Etiopía”, decía la nota, “tiene un papel fundamental a la hora de garantizar la seguridad de los civiles, incluida la comunidad humanitaria”.
Sin embargo, el 21 de junio no se votará en todas partes. Los colegios electorales permanecerán cerrados en 54 circunscripciones del país y en Tigray, donde continúan los combates y la población vive en la más absoluta pobreza. Los niveles de malnutrición en el noroeste de la región afectan sobre todo a los niños, las mujeres embarazadas y las madres lactantes.
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