Kinshasa – “Existen signos positivos de fortalecimiento de la unidad nacional, pero junto a ellos hay otros negativos que amenazan la cohesión del país”, afirman los Obispos de la República Democrática del Congo, en el mensaje publicado al final de la 58ª Asamblea Plenaria de la CENCO .
La sucesión en la cúpula del Estado con la elección del presidente Félix Tshisekedi ha marcado un punto de inflexión que ha sido definido así por los obispos: “Hemos apreciado los primeros gestos del Presidente de la República, en particular la flexibilización del clima político y una mayor libertad de expresión en los medios de comunicación, la liberación de los presos políticos y de opinión, el regreso al país de los exiliados políticos, la puesta en marcha de la educación básica gratuita, y ahora la cercanía con nuestros hermanos y hermanas afectados por la erupción del volcán Nyiragongo” .
“Estos gestos refuerzan la unidad y la cohesión nacional del Congo”, continúa el mensaje enviado a la Agencia Fides. “Sin embargo, observamos que esta unidad está cada vez más amenazada por contra valores, como el nepotismo, el tribalismo, el regionalismo, el clientelismo, la exclusión de los opositores políticos, las prácticas y los discursos que debilitan los vínculos sociales. Este estado de cosas rompe el sueño común y socava la cohesión nacional en múltiples niveles”.
Entre los contra valores que afligen a la RDC, los obispos señalan la enorme brecha existente entre una mayoría que lucha por ganarse la vida dignamente y una minoría que ha amasado una riqueza cada vez mayor. “La mayoría de la población sigue enfrentándose a la pobreza extrema. Curiosamente, a su lado sigue habiendo un puñado de compatriotas que se enriquecen escandalosamente sin motivo. Algunos se preguntan si esto no es el resultado de la corrupción y la malversación de fondos públicos para beneficio personal. Esta situación también tiene un impacto negativo en la cohesión nacional, ya que aumenta la brecha entre ricos y pobres”. La corrupción está extendida a todos los niveles, pero se siente especialmente en el poder judicial, hasta el punto de que el mensaje afirma que “para muchos de nuestros compatriotas, el poder judicial se considera un espacio para ajustar cuentas y perdonar injusticias. La corrupción, por desgracia, parece ser la principal forma de ganar un caso. Además, la ley da paso al amiguismo, al regionalismo, al tribalismo y al nepotismo. La cohesión nacional se ve así socavada, sobre todo cuando la justicia se utiliza para eliminar a los competidores políticos”.
En sus recomendaciones finales, los obispos se dirigen a la población “para que apoye toda buena iniciativa de nuestro Gobierno, más allá de sus inclinaciones políticas; para que siga haciendo frente a la pandemia de coronavirus respetando las medidas de contención y vacunándose para protegerse a sí mismos y a los demás; para que permanezca vigilante de cara a las elecciones de 2023”. Por último, el 30 de junio, Día de la Independencia Nacional, se celebrará una jornada de oración por la unidad nacional.
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