ASIA - Desde hace 40 años el Jesuit Refugee Service junto a refugiados y migrantes: con la pandemia se fortalece el compromiso

Dhaka – “Aunque todo ha cambiado mucho en los últimos 40 años, nuestra misión de acompañar, servir y defender a los refugiados y personas desplazadas sigue siendo la misma y sigue siendo un servicio necesario y precioso en Asia, donde comenzó todo”: así lo explica a la Agencia Fides el padre jesuita Pradeep Perez, que trabaja en Bangladesh como miembro del equipo Jesuit Refugee Service , que acaba de celebrar su 40 aniversario en el trabajo de acompañamiento a los refugiados y migrantes en todo el mundo.
El JRS, que nació precisamente como respuesta a una emergencia internacional registrada en el continente asiático, trabaja hoy en Bangladesh con refugiados rohingya bajo la guía y supervisión del p. Jerry Gomes SJ y del p. Francis Dores SJ. “El JRS dedica sus esfuerzos a la protección de los vulnerables y los derechos de los refugiados en Bangladesh, en muchos otros países asiáticos y en todo el mundo”, señala el padre Pérez. “En el JRS reafirmamos el lenguaje de la justicia social para los derechos de los refugiados y reconocemos nuestra llamada, como personas de fe, a acompañarlos y servirlos en el camino de la defensa y promoción de su dignidad humana”, observa el sacerdote.
“En medio de la pandemia de Covid-19, los distintos equipos del JRS en los distintos países asiáticos han reforzado su compromiso de estar cerca de los refugiados, de acompañarlos en todo el proceso de apoyo humanitario y promoción humana, ocupándose de cuidarles en el sufrimiento, en la educación y en la formación profesional. Esto ocurre cuando hay desastres humanitarios o episodios de crisis, pero también y sobre todo cuando todas las luces de la atención internacional parecen apagarse y estas personas corren el riesgo de ser olvidadas por los gobiernos, como sucedió con los musulmanes rohingya, que huyeron de Myanamar a Bangladesh. En tales situaciones nos mantenemos fieles a nuestra misión”, añade.
El P. Pérez, JRS explica que se aseguran de que los refugiados tengan la oportunidad de obtener una educación de calidad, aprendan a administrar sus fuentes de ingresos, puedan protegerse de las vulnerabilidades y sean acompañados material, psicológica y espiritualmente, para convertirse en ciudadanos plenamente autosuficientes y reintegrarse en los diferentes contextos socioeconómicos.
El JRS fue fundado hace 40 años, el 14 de noviembre de 1980, por el Siervo de Dios Padre Pedro Arrupe, ex Superior General de la Compañía de Jesús, fue un proyecto que se concretó en Asia, como respuesta directa a la crisis humanitaria de los boat vietnamitas. El padre Arrupe asignó un equipo de pioneros de cuatro miembros para servir a los migrantes vietnamitas. Desde entonces, el JRS reconoce y responde a la llamada de Dios para ayudar a estas personas refugiadas.
Hoy, el JRS, que tiene su sede en Roma y atiende a 725.000 refugiados en todo el mundo, está presente con sus equipos locales en 56 países de todo el mundo. La organización lleva a cabo la misión de acompañar, servir y defender los derechos de las personas refugiadas, desplazadas internas y cualquier persona que se vea obligada a abandonar sus hogares para atender necesidades educativas, sanitarias y sociales.



Agenzia Fides
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