Monseñor Garachana Pérez, quien también es Presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras, dijo a los periodistas que se ha hecho poco en la lucha contra la corrupción y que es necesario continuar recibiendo el apoyo de la MACCIH: "No hemos alcanzado un nivel que pueda prescindir de la MACCIH. Aunque hay voces del gobierno que dicen que no la necesitamos, los hechos dicen lo contrario. Debemos continuar luchando contra la corrupción porque aquí está la solución a muchos problemas, como la pobreza de nuestro pueblo".
El Presidente de la Conferencia Episcopal señaló que aquellos que ocupan puestos importantes en el país deben hacerlo de manera responsable, pensando en aquellos que más lo necesitan y no en proteger sus propios intereses: "Necesitamos un cambio de actitud muy profundo, particularmente de corazón, que se puede expresar en el desarrollo para todos ". Luego, refiriéndose a los diputados, sobre todo, les pidió vivir en la transparencia y en la verdad. "Aquellos que usan dinero público deben estar abiertos al control, el pueblo tiene derecho a saber cómo se usa el dinero, que es el resultado de la contribución de los ciudadanos", agregó.
Según la información reunida por Fides, representantes de los Estados Unidos de América han afirmado públicamente la importancia de la continuidad de la MACCIH. "Es vital que el gobierno hondureño apruebe la renovación del mandato de la MACCIH antes de la fecha límite del próximo mes", dijo a la prensa Hugo Rodríguez, subdirector adjunto del Departamento de Estado de Washington de América Central. La MACCIH fue creada el 19 de enero de 2016 por un período de cuatro años, con posibilidad de prórroga, para apoyar al Fiscal hondureño en la presentación de varios casos de corrupción ante los tribunales.
La corrupción y el narcotráfico han alcanzado niveles muy altos en Honduras. La Iglesia Católica es una de las pocas instituciones que denunció y denuncia situaciones de injusticia, especialmente la terrible situación de los presos y los migrantes. Mons. Angel Garachana Pérez, de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, español de nacimiento, ya ha cumplido 75 años. Desde el 11 de noviembre de 1994 es obispo de la diócesis de San Pedro Sula. La comunidad católica de Honduras ha reconocido en él a uno de los pastores más comprometidos en el servicio a los pobres, en la formación de sacerdotes hondureños y laicos en muchas comunidades del país, así como en la pastoral social en el marco de la Conferencia Episcopal.
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