Kinshasa - Se han producido más muerto y heridos debido a los ataques de los milicianos de la ADF/NALU en el territorio de Beni, en Kivu Norte . Según la ONG de la sociedad civil CEPADHO, el 5 de diciembre, catorce civiles fueron asesinados en Kolikoko y otros diez en Mantumbi, en dos ataques de las ADF.
El primer ataque fue el de Kolikoko, en el distrito de Mabasele, en el municipio rural de Oicha alrededor de las 4 de la mañana. Según la sociedad civil local, tres hombres fueron asesinados en la carretera Oicha-Maliki, justo en frente del dispositivo para lavarse las manos creado para luchar contra la epidemia del Ébola. Los milicianos de las ADF cortaron la cabeza de una víctima y las manos de las demás. Además empaparon con la sangre de otra víctima una Biblia.
El segundo ataque tuvo lugar un poco más al oeste, en el pueblo de Mantumbi, alrededor de las 2 de la tarde. Diez civiles fueron asesinados, cuatro de ellos con armas blancas. El CEPADHO teme que el balance final será más duro, porque todavía hay personas desaparecidas.
Según CEPADHO, con estas últimas masacres, suman 141 víctimas civiles de los ataques de las ADF en esta área en represalia por la gran ofensiva lanzada por el ejército congoleño desde el 30 de octubre.
Las masacres han provocado fuertes protestas de la población local, que pide al ejército nacional y a las fuerzas de la misión de la ONU en la RDC que tomen iniciativas concretas para proteger a los civiles. A nivel político, el 26 de noviembre algunos parlamentarios en una declaración firmada, manifestaron su desaprobación por el hecho de que las operaciones militares iniciadas el 30 de octubre contra el ADF no fueron acompañadas de acciones preventivas para proteger a la población civil en caso de represalias.
La declaración también lamenta la falta de una identificación clara del enemigo y la ausencia de una investigación seria sobre las acusaciones de complicidad por parte de algunos miembros del ejército nacional y de la policía nacional congoleña, destacando la necesidad de alternar a los oficiales que sirven en el La región de Beni desde hace mucho tiempo, debido al riesgo de que se conviertan en cómplices de grupos armados activos en la zona.
El 2 de diciembre, los obispos de Kivu decretaron la suspensión de las actividades de la iglesia por un día para protestar por las masacres de civiles .
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