Nueva Delhi - "La nueva ley de ciudadanía , aprobada por el Parlamento y promulgada el 12 de diciembre después de la firma del Presidente de la India, es claramente discriminatoria, divisiva y draconiana. Además es inconstitucional y va contra el espíritu democrático de la India": así lo dice el jesuita indio p. Cedrik Prakash, un activista comprometido en el Jesuit Refugee Service, expresando los sentimientos de la comunidad cristiana en la India.
La nueva disposición hace que los inmigrantes ilegales de las comunidades hindú, cristiana, budista, sij y zoroastriana de Afganistán, Bangladesh y Pakistán puedan optar por la ciudadanía, excluyendo significativamente a los de religión musulmana. El gobierno hace una distinción entre musulmanes, considerados "inmigrantes ilegales" y "refugiados" que intentan escapar de la persecución en su país de origen. El ministro del Interior, Amit Shah, ha hablado públicamente de "infiltrados", refiriéndose a los inmigrantes musulmanes. La sociedad civil india, que ha salido a la calle para protestar, denuncia la violación patente de los artículos 14 y 15 de la Constitución india, que garantiza el derecho a la igualdad y la no discriminación.
El p. Prakash señala a la Agencia Fides: "La ley es claramente discriminatoria. Hay un plan para establecer un 'Reino hindú' en la India, como se decía entre los grupos extremistas hindúes ya en la década de 1930. Pero entonces, Gracias a los indios ilustrados como Gandhi, Nehru, Patel, Ambedkar y otros, este plan fracasó, pero de forma insidiosa, hoy esta mentalidad está de nuevo en aumento". El jesuita continúa: "El llamado 'enfoque humanitario' hacia las minorías perseguidas en otros países, si fuera genuino, también debería considerar a los rohingya de Myanmar, los tamiles y los cingaleses de Sri Lanka, los hazara afganos y los ahmadi de Pakistán. Si se tratara de un enfoque humanitario real, no debería discriminar a nadie".
Ahora, según los activistas cristianos en India, "el siguiente paso es apelar a la Corte Suprema para declarar la ley inconstitucional", señala. "La única opción para nosotros, el pueblo de India, dice el jesuita, es la desobediencia civil. Varios ciudadanos eminentes han emprendido la desobediencia civil. Para proteger nuestra identidad y democracia, debemos inspirarnos en Mahatma Gandhi, quien promovió la desobediencia como una forma de resistencia y rebelión sin violencia".
Concluye el p. Prakash: "Debemos actuar rápidamente para garantizar que la il Citizenship Amendment Act sea retirada antes de que los extremistas tomen el control de nuestras vidas y de la nación".
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