Beirut - "Si los políticos estuvieran verdaderamente inspirados por la voluntad divina y rezaran, el Líbano no se encontraría hoy en una situación económica y financiera desesperada, con sus instituciones paralizadas. El pueblo no estaría hambriento, humillado, con más de un tercio de los ciudadanos por debajo de la línea de pobreza y aproximadamente la mitad de los libaneses desempleados". Lo ha subrayado el Patriarca maronita Bechara Boutros Rai, durante la homilía de la misa del domingo 15 de diciembre. Durante la predicación. El Primado de la Iglesia Maronita ha querido expresar algunos criterios de discernimiento espiritual con respecto a la situación de crisis que está experimentando el País de los Cedros, agotado también desde el punto de vista económico tras dos meses de protestas populares contra la clase política, acusada de corrupción e incompetencia. “Si los líderes hubieran escuchado la voz de Dios", continua el Patriarca, "no habrían malgastado fondos públicos, no se habrían dividido entre ellos los ministerios y no habrían ignorado las peticiones de las personas que se manifiestan y declaran huelga”.
Con respecto a las manifestaciones de protesta, el patriarca Rai ha reiterado que, en su opinión, el levantamiento popular está viendo unidos a los diversos componentes del pueblo libanés para expresar su insatisfacción de manera transversal, más allá de las divisiones sectarias. Un fenómeno que los políticos “no pueden ignorar o subestimar".
Las protestas en las calles han conducido a la renuncia del gobierno liderado por el primer ministro sunita, Saad Hariri, el pasado 29 de octubre. El mismo Hariri podría recibir mañana un mandato exploratorio del presidente Michel Aoun para tratar de formar un nuevo gobierno .
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