Ciudad de México – Todo está listo para celebrar el 488 aniversario de las apariciones de Santa María de Guadalupe al Tepeyac. Según los datos publicados por la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México y por el gobierno de la capital, mañana 12 de diciembre, se espera una afluencia de aproximadamente 10 millones de peregrinos de todo el mundo. Según la misma fuente, este es el lugar de peregrinación mariana que reúne a más personas cada año, unos 20 millones.
La nota enviada a Fides menciona la comparación con la Basílica de San Pedro en el Vaticano, que recibe alrededor de 18 millones. El año pasado, las previsiones eran similares, se esperaban unos 10 millones el 12 de diciembre, en lugar de eso, llegaron 12 millones.
La administración de la Ciudad de México ordenó el despliegue de 3.100 policías para este día, mientras que los centros de recepción están llenos, las parroquias y las escuelas católicas también han preparado tiendas de campaña para dar la bienvenida a los peregrinos que no encuentran dónde dormir. La arquidiócesis tiene 17,000 voluntarios para guiar a los grupos de peregrinos. Incluso la policía de los estados vecinos ha ayudado a prohibir el tráfico pesado, cerrar carreteras y autopistas, para permitir que grupos de peregrinos viajen más fácilmente a la Basílica.
Más allá de los datos y la logística, el pueblo mexicano y americano festeja esta gran celebración de la "Morenita del Tepeyac" como una expresión profunda de la devoción latinoamericana a la Virgen María que se le apareció a Juan Diego, un nativo símbolo mexicano de los fieles pobres del continente.
El pasado domingo 8 de diciembre, el arzobispo de la capital, el cardenal Carlos Aguiar Retes, había invitado a la comunidad mexicana a respetar la vida de las mujeres siguiendo el ejemplo de Juan Diego.
"Podemos vivir felices siendo católicos, pero esto no es suficiente, hay que mira nuestra sociedad, hay asesinatos sin sentido, asesinatos solo por ser mujer. Todo esto debe ser condenado y cada caso denunciado. Los derechos de las mujeres deben ser defendidos, porque fueron creados como hombres y mujeres, a imagen y semejanza de Dios ", dijo el cardenal. "Cuando un hombre ofende a una mujer, se degrada a sí mismo", concluyó.
El editorial del periódico semanal de la arquidiócesis sigue la misma línea y critica la propuesta de separar a los hombres de las mujeres en el transporte de la capital, para evitar el acoso sexual o la violencia contra las mujeres. "Nuestra sociedad no está bien, y si es necesario separar a los hombres de las mujeres en el transporte público, esto es un signo de enfermedad", denuncia el escrito de la arquidiócesis.
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