Asunción – Con motivo de los 30 años de transición de la dictadura de Alfredo Stroesssner a la democracia en Paraguay, conmemorados el pasado 3 de febrero, la presidencia de la Conferencia Episcopal recordó el aniversario con una declaración titulada "Hacia una democracia con valores ara la consecución del bien común".
En el mensaje, recibido por la Agencia Fides, el CEP celebra el acontecimiento y pide "una evaluación serena del estado de la democracia a la luz del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia", al que se hace referencia varias veces. Los obispos se preguntan si "más allá del respeto formal de las reglas, existe en el país una aceptación convencida de los valores que inspiran los procesos democráticos. Si no fuera así, el significado de la democracia se perdería y su estabilidad se vería comprometida".
La presidencia del CEP recuerda que el ejercicio de la democracia "no se limita a los períodos electorales", sino que se basa en la "participación libre, respetuosa y responsable de todos. "¿Hemos crecido en esto?", se preguntan los obispos. "¿Estamos participando en iniciativas de base ofreciendo nuestra contribución al bien común y a la justicia social? ¿Renunciamos a todo tipo de mesianismo o radicalismo, optando por la construcción de "alianzas y puentes?". A continuación se plantean otras cuestiones, como el examen de conciencia colectiva. "¿Por qué cae la participación en las elecciones? ¿Se respeta el principio de la división de los poderes del Estado? ¿Las autoridades emiten las leyes correctas?" ¿Los representantes políticos "ejercen el poder con espíritu de servicio, y con el bien común como meta, o con prestigio o ventaja personal"? ¿Cuál es su actitud frente a la corrupción, "una de las más graves deformaciones del sistema democrático"? Los obispos piden a los funcionarios del Estado, al propio Estado, a los partidos y a los medios de comunicación que evalúen su forma de actuar. En particular, advierten sobre los peligros de la "concentración de la propiedad" de los medios de comunicación, un grave obstáculo para la información libre y objetiva, debido a los "estrechos vínculos entre la actividad gubernamental, los poderes financieros y la información".
En la segunda parte del documento recuerdan que la democracia es "un instrumento y no un fin", lo que implica que "su carácter moral depende de su conformidad con la ley moral a la que, como cualquier otro comportamiento humano, debe someterse". Recuerdan lo que dijeron los obispos latinoamericanos en Aparecida : "es necesario trabajar para construir una democracia participativa" que genere "políticas públicas más justas".
En la parte final del texto, la presidencia del CEP recuerda lo que los obispos de Paraguay escribieron en su mensaje para el bicentenario de la independencia : en la transición a la democracia pesaron más las sombras de la luz, llevando a "grandes sectores de la población a la desilusión y al pesimismo". Las nuevas generaciones "tienen una esperanza diferente" que, sin embargo -advierten los obispos- "no garantiza por sí misma la calidad del proceso democrático", que sigue teniendo "un déficit considerable". Así que "tenemos que pasar de una democracia puramente formal y electoral a una democracia como forma de vida", dicen. Para ello invocan la protección y el apoyo de María Santísima "Tupasy Caacupé" . El Gobierno de Paraguay ha sido criticado en muchos ámbitos por no conmemorar el trigésimo aniversario del retorno de la democracia con un acto oficial.
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