ÁFRICA/NÍGER - El padre Maccalli, desde su cautiverio, es un testimonio de la fe en Cristo

Agenzia Fides Gaya - “El padre Gigi, desde su cautiverio, vive y da testimonio de la fe en Cristo. Estoy convencido de que su presencia, la fuerza de su fe y la serenidad que siempre lo ha acompañado, son un gran testimonio. La palabra de Dios, nadie la puede encadenar, decía San Pablo. Incluso secuestrado, el padre Gigi hace su apostolado e ilumina el camino de fe de la Iglesia de Níger. El padre Gigi está dando testimonio con su espíritu, como siempre lo ha hecho y también lo estará haciendo en esta situación”. Así se expresa el padre Domenico Arioli, misionero de la SMA, de la misma orden que el sacerdote secuestrado en Níger hace cuatro meses . El padre Arioli se ocupa desde 2017 de la parroquia de Gaya, una de las tres en la región de Dosso, en el sur del país, cerca de la frontera con Benin, una zona relativamente tranquila, a diferencia de otras áreas de Níger. “El secuestro del padre Gigi Maccalli ha trastocado muchas de las actividades pastorales en la diócesis”, asegura en una nota enviada a la Agencia Fides el padre Marco Prada, sacerdote de la Sociedad para las Misiones Africanas .

“En Gaya y Dosso podemos movernos sin escolta, incluso si tenemos que ser mucho más cuidadosos. En muchos misioneros europeos hay un fuerte sentimiento de incertidumbre. Algunos ya han sido retirados por sus superiores. Es la misma angustia de hace 5 años, cuando nuestras iglesias fueron quemadas. Pero cuando estás con personas, cuando vives con ellas con un espíritu de compartir y solidaridad, el miedo disminuye”, dice el padre Domenico. “Mi comunidad cristiana consiste no son más de doscientas personas, la mayoría emigrantes. Las autoridades locales y la presencia de las fuerzas de seguridad controlan a los grupos radicales y violentos. Aquí no se conoce el yihadismo del norte o de Boko Haram”, resume.

El sacerdote tiene excelentes relaciones con los líderes islámicos, pertenecientes en su mayoría a la hermandad más extendida en África Occidental, la Tidjaniyah, que practica el Islam moderado y tolerante. Sin embargo, dice que está preocupado por una nueva generación de imanes, entrenados en los países árabes: “Estos países ofrecen becas a jóvenes nigerinos que quieren convertirse en imanes. Una vez de regreso en Níger, predican un Islam agresivo, una yihad que no es un combate espiritual contra el pecado, sino contra todo lo exterior. A través de la radio, se escucha a ciertos predicadores defender posiciones preocupantes, y sorprende la libertad con que el Estado permite su difusión”.

Refiriéndose al secuestro del padre Maccalli, el padre Arioli añade: “Tenemos una sensación de impotencia: ¿otro ataque a la Iglesia? Incluso hoy nos hacemos estas preguntas: ¿quién está detrás del secuestro del padre Gigi?, ¿qué se pretende con esto?, ¿por qué nadie apareció para pedir un rescate?”. El padre Domenico aprecia enormemente la solidaridad de los líderes musulmanes que han expresado su solidaridad ante la situación.
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