Beirut – La cuestión de la legalización del matrimonio civil vuelve a encender el debate público en la sociedad libanesa. Esta vez, fue a causa de las recientes declaraciones de Sunni Raya Hassan, Ministro del Interior del nuevo gobierno de Hariri, quien en los últimos días aseguró que quería trabajar para reconocimiento del matrimonio civil en la legislación libanesa tras un debate profundo sobre el tema.
Desde 2013 que el actual primer ministro libanés, Saad Hariri, no se opone claramente al reconocimiento legal del matrimonio civil. “Personalmente”,” declaró el líder político sunita en ese momento-, “no quisiera que mi hija recurriera al matrimonio civil, pero, en calidad de Primer Ministro, no puedo oponerme a él”.
La propuesta del ministro Raya Hassan para reabrir el debate sobre el matrimonio civil recibió el apoyo de varios representantes políticos, comenzando por el líder druso Walid Junblatt y el ex presidente Amin Gemayel. Pero varios líderes religiosos y políticos ya han expresado su oposición a la posibilidad de un reconocimiento legal del matrimonio civil. La crítica más clara proviene de Dar Al Fatwa, la voz más autorizada del Islam sunita libanés, que reafirmó su oposición al reiterar que la propuesta de matrimonio civil “contradice radicalmente” las leyes del matrimonio inspiradas en la Sharia.
El padre Abdo Abu Kassem, jefe del Centro de Información Católica, reiteró que sobre este asunto los cristianos y musulmanes libaneses están unidos, y la Iglesia Católica no puede apoyar la legislación que no reconoce el matrimonio como un sacramento. Consideraciones similares fueron expresadas en el curso de una homilía por el arzobispo Maronita de Beirut, Boulos Matar. Y algunos representantes del partido chiíta Hezbollah, como el parlamentario Ehab Hamadeh, también rechazaron la hipótesis de la legalización del matrimonio civil por ser contraria a los criterios legales de la Sharia. En la misma línea, se ha posicionado el Presidente del Parlamento, el chiíta Nabih Berri, para el que no cabe abrir negociaciones políticas sobre este tema. En el Líbano, donde conviven 18 confesiones religiosas diferentes, cada comunidad de fe regula de acuerdo con sus tradiciones específicas la legislación relativa a las uniones conyugales.
Entre 2012 y principios de 2013 ya hubo debate sobre esta cuestión del matrimonio civil. Según recogió la Agencia Fides , la discusión pública se encendió cuando un par de jóvenes pertenecientes a familias chiítas musulmanas firmaron un acta de matrimonio civil ante un abogado y no ante un tribunal religioso, y después la depositaron en el Ministerio del Interior, a la espera de una confirmación oficial.
Hasta ahora, las parejas libanesas que quieren formalizar su matrimonio civil se casan civilmente en Chipre y registran su unión en el Líbano. Por eso, el Gran Mufti Mohammad Rashid Qabbani, máxima autoridad del Islam chií libanés, emitió una fatwa para dirigida a todos los políticos y ministros musulmanes que apoyaran cualquier forma legal de matrimonio civil, o serían considerados como “apóstatas”. Los obispos maronitas, por su parte, habían reiterado en una declaración oficial que la eventual aprobación del matrimonio civil en el Líbano implicaría necesariamente una enmienda al artículo 9 de la Constitución. Aseguran que, en cualquier caso, el matrimonio es uno de los sacramentos de la Iglesia y el matrimonio civil no puede reemplazar a dicho sacramento”.
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