Antananarivo – La Iglesia católica exige que se esclarezca la muerte del padre Nicolas Ratodisoa, víctima de un ataque brutal el 9 de febrero y falleció el 14 de febrero a raíz de sus heridas. Monseñor Odon Marie Arsène Razanakolona, Arzobispo de Antananarivo, anunció que presentará una denuncia contra la muerte del sacerdote que trabajaba en el centro de formación de Soanavela.
Según el padre Ludovic Rabenatoandro, Vicario General de la archidiócesis de Antananarivo alrededor de las 18.30 horas del 9 de febrero, unos delincuentes detuvieron al padre Nicolás en la carretera a Mahitsy, una ciudad rural situada a solo 30 km de la capital, mientras viajaba en su motocicleta. El padre Nicolás regresaba al centro de Soanavela, después de llevar la Eucaristía a un hombre enfermo.
Los criminales, después de haber pedido el dinero al sacerdote, le dispararon por la espalda. Una vez en el suelo, lo pisotearon y patearon. Una segunda persona murió en el camino.
Monseñor Odon Razanakolona denunció la ineficacia y complicidad de la policía argumentando que algunos policías están aliados con los criminales, a quienes les alquilan sus armas. En el caso de la emboscada en la que fue víctima padre Nicolás en Mahitsy, el Arzobispo señala que la gendarmería nacional de la ciudad no respondió a la solicitud de asistencia a la población, llegando a la emboscada con considerable retraso. La población de Mahitsy ya se había quejado de la falta de respuesta de las fuerzas policiales durante otros ataques en las proximidades de su ciudad.
La Comisión Episcopal Justicia y Paz también instó a la policía a tomar medidas para combatir la creciente inseguridad en el país. Ocho personas ya han sido arrestadas en relación con el asesinato del padre Nicolas. El secretario de la Gendarmería Nacional retiró al jefe de la Gendarmería de Mahendy, mientras que algunos gendarmes de la zona están actualmente bajo investigación.
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