Ciudad del Vaticano - “La pequeña comunidad de 3.000 fieles de Asia Central está muy presente. En la reunión de estos días sobre la protección de menores en el seno de la Iglesia, pude tocar la belleza de la colegialidad y la sinodalidad con la Iglesia universal. Fue muy conmovedor ver que a todos nosotros, a las iglesias jóvenes y de antigua tradición, tanto pequeñas como grandes, se nos dio la oportunidad de dialogar con el Papa y buscar juntos respuestas a las preguntas que plantea la Iglesia. En estos días, hemos tratado el tema de la pedofilia, un problema grave que, podemos decir, no ha afectado a Uzbekistán, pero no puedo decir que no nos concierne. También depende de nosotros rezar, sufrir juntos y participar en la resolución de estos problemas”.
Esto es lo asegura a la Agencia Fides el administrador apostólico de Uzbekistán, el franciscano polaco Jerzy Maculewicz, OFMConv, que ha venido a Roma para asistir a la reunión sobre la protección de los menores en la Iglesia y para la visita Ad Limina de los Obispos de Asia Central, que se celebra desde el 25 de febrero hasta el lunes 4 de marzo. “Otra hermosa sensación y consuelo que he experimentado en estos días es la conciencia de tener ayuda, el apoyo de los demás obispos, porque no siempre sé cómo actuar en las diferentes y complejas situaciones en que vivimos. Necesito escuchar a otra persona que vive mis propias dificultades, saber su opinión, preguntar qué en mi lugar. Gracias a esta experiencia, nació en mí la necesidad de esta colegialidad que pueda apoyar mi servicio en Uzbekistán”, cuenta el padre Maculewicz.
Inicialmente, señala el franciscano, la reunión sobre la protección de los menores en la Iglesia debería haber involucrado solo a los presidentes de las Conferencias Episcopales: “Nosotros, los obispos de Uzbekistán, Tayikistán, Kirguistán y Turkmenistán, no deberíamos haber participado. Pero el Papa decidió darnos este gran regalo e invitar incluso a los obispos ordinarios”.
Actualmente, la Iglesia Católica en las antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central solo cuenta con la Conferencia Episcopal de Kazajstán. La esperanza y el deseo expresados por los obispos presentes en Roma es que, cuando la Santa Sede pueda, se pueda establecer una Conferencia Episcopal de Kazajstán y Asia Central, que garantizaría una estructura oficial y apoyo formal a las iglesias de los cuatro países más pequeños de la zona , donde los cristianos son una pequeña comunidad, a menudo confiada a unos pocos misioneros, sacerdotes y religiosos.
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