Phnom Penh - “Durante este año 2019, ¿qué haremos para poder ver cosas hermosas y nuevas? Entramos en el Año dedicado a la familia y en junio de 2019 viviremos un gran encuentro diocesano de familias. En octubre emprenderemos una misión especial en el marco del Mes misionero extraordinario deseado por el Papa Francisco, durante el cual reflexionamos sobre cómo nuestras familias pueden ser signos del amor de Dios para todos en nuestra sociedad”. Lo explica a Fides el obispo Olivier Schmitthaeusler, Vicario Apostólico, de Phnom Penh, recordando algunas experiencias vividas por su comunidad y proyectando el trabajo pastoral en el año 2019.
“En la víspera de Navidad, -escribe en la carta pastoral enviada a Fides-, celebramos algunos bautizos, un hermoso signo poder poner a un bebé recién nacido en el pesebre. La familia es una comunidad y una pequeña iglesia en sí misma. Estamos llamados a crecer en la familia según el modelo de la Sagrada Familia”.
Entre las palabras clave indicadas por el obispo que describen la vida de la comunidad de los bautizados, se encuentran: fidelidad, amor dado y recibido, esperanza, vida y dignidad. El obispo menciona a “los pequeños huérfanos abandonados en la acera, sin familia y sin amor, quienes, gracias a las Misioneras de la Caridad han encontrado un hogar cálido y amoroso. Esta es nuestra Iglesia: una gran familia”. Por otro lado, también está el recuerdo: “En el día de Navidad muchas comunidades se han reunido con las personas mayores para compartir alegrías y darles un poco de paz y serenidad. Es edificante ver a los jóvenes sirviendo a las personas mayores tomándose un momento para escucharlos. En este año de la Familia debemos dar a nuestros adultos mayores un lugar importante para que nuestras raíces formen parte de nuestra historia y para que las generaciones puedan escucharse y comprenderse mutuamente”, señala.
No falta una semilla y un deseo de paz. “Musulmanes y los budistas, dice el obispo, han venido a visitarnos y desearnos una feliz Navidad. La Navidad es una invitación a la paz para dejar de lado por unos momentos nuestras vidas y el mundo seguramente cambiará”. “Durante este año 2019, -espera el Vicario de la Iglesia local-, seamos una comunidad abierta y fructífera, y la gente estará feliz de encontrarse y formar pare de una gran familia cariñosa y acogedora”.
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