Niamey - "Hoy vivimos en un clima de inseguridad que reina en toda la zona fronteriza con Burkina Faso. Casi todas las semanas se producen ataques armados dirigidos principalmente contra los militares y la policía, y que ya han causado docenas de muertes. Tuve la alegría de celebrar la Epifanía en mi misión de Makalondi, aunque cada vez que voy allí percibo claramente la situación de precariedad e inseguridad que se vive. Muchas personas, cristianas y no cristianas, vienen a visitarnos y siempre piden noticias del p. Gigi Maccalli, pero nuestra respuesta, desgraciadamente, es la misma desde hace cuatro meses: no sabemos dónde está ni en manos de quién está", dijo el p. Vito Girotto, de la Sociedad para las Misiones Africanas , a Fides al referirse a la situación de las misiones de Makalondi y de Bomoanga, la antigua parroquia de su hermano, el p. Gigi Maccalli, secuestrado el 17 de septiembre de 2018.
P. Girotto señaló: "La misa de la noche de Navidad se celebró a primera hora de la tarde del 24 de diciembre, tanto en Bomoanga como en Makalondi, para permitir a los fieles regresar a casa con la luz del sol. En el pueblo de Bomoanga, las calles están hechas de tierra batida y no están iluminadas por la noche. Un generador eléctrico proporciona iluminación sólo a lo largo de la carretera asfaltada. Muchas personas también participaron en las celebraciones del 25 de diciembre, pero inmediatamente después de la misa, con saludos y buenos deseos, todos regresaron a sus casas".
"En Bomoanga, en la iglesia construida por el p. Luigi, no había lugar vacío. Pero todos han notado la ausencia de fieles en las comunidades cristianas de los pueblos más alejados. La información sobre esas zonas no es muy clara: se dice que son "zonas controladas", pero no está claro por cuáles fuerzas. En algunas comunidades de aldea de la misión de Makalondi, este año la alegría de la Navidad estaba un poco contenida. La gente tiene miedo de ser atacada por grupos fanáticos que, según una interpretación fundamentalista del Islam, ven la Navidad como un acontecimiento pagano", añadió el misionero.
"Después del secuestro del p. Maccalli y de los ataques de noviembre contra la ciudad de Makalondi - reveló el P. Girotto - tengo que moverme siempre escoltado por policías armados. Y tengo que ir y volver por el día a Niamey, donde vivo, y donde salgo temprano por la mañana para mis visitas fuera de la capital. El sábado anterior a la Epifanía estaba prevista la celebración del cincuentenario de la creación de la Misión de Makalondi, pero el Consejo Pastoral decidió posponer esta celebración, que se hará, según dijeron, sólo después de la liberación de nuestro hermano. Una familia no puede celebrar cuando un miembro importante no puede asistir".
A pesar de ello, el equipo de cinco sacerdotes, diocesanos y SMA, de diversas nacionalidades, 4 de países africanos y un hermano indio, continúan llevando a cabo la actividad pastoral y evangelizadora con gran compromiso y valentía, asegurando la celebración de los sacramentos en los tres centros parroquiales y en algunas capillas periféricas. "La nuestra es una pequeña presencia cristiana en un país casi totalmente musulmán, donde la fe se mantiene viva con enormes dificultades gracias al compromiso de nuestros cristianos, su perseverancia y su coraje", concluyó el misionero de la AME.
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