Panamá - Un ingrediente de este gran festival que es la JMJ fue el Festival de la Juventud: más de 250 artistas y grupos de todo el mundo expresaron su fe a través de la música, el teatro y otros eventos artísticos. “Alfareros” es un grupo nacido en la República Dominicana que combina ritmos y melodías latinas. “En el maravilloso ambiente de oración y alegría de la JMJ”, explicaron a Fides, “hemos recibido tanto amor de una juventud cálida, llena de amor, que quiere decir al mundo que está llena de Cristo”. “Realmente sentimos que más allá de las banderas, éramos un solo pueblo”.
Entre las muchas manifestaciones de afecto de los fans en estos días, el vocalista Junior Cabrera habla de un chico que se le acercó después de un show y le dijo: “Vuestra canción “Setenta veces siete” ha cambiado mi vida”. “El regalo más hermoso que los jóvenes hacen a la Iglesia”, confesó el cantante Fran Correa, “es la alegría, la energía que los hace salir al encuentro con otros. De los adultos necesitamos comprensión y un acompañamiento que comience con la misericordia sin juzgar. Así nos pueden ayudar y educar en la fe”.
Diez jóvenes vivieron un momento inolvidable almorzando el sábado 26 de enero con el Papa. El arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, también estuvo presente, y durante la conferencia de prensa confesó haberse sentido conmovido por la profundidad de las preguntas dirigidas al Santo Padre y la conversación. Un segundo representante de Panamá, un joven venezolano y un hondureño se sumaron a los siete jóvenes inicialmente previstos .
Impresionados por la sencillez y la humildad de Francisco, le hicieron preguntas muy diferentes, que tocaron la crisis actual de la Iglesia, la unidad de los cristianos, los conflictos, el dolor de los inocentes, la relación de los jóvenes con los políticos, pero también expresaron su curiosidad con preguntas al Papa sobre, por ejemplo, cuántas horas duerme un Papa. De las respuestas del Santo Padre, los estudiantes pudieron comprender la importancia de escuchar a los ancianos, valorar la identidad y la cultura, aprender del pasado para mejorar el futuro y “trabajar para lograrlo, para crear líderes jóvenes que transformen la sociedad”. Así lo explicó a Fides la joven Emilya Santo, indígena Ngäbe de Panamá, que dio las gracias al Papa por la Encíclia Laudato Si y por apoyar a los pueblos indígenas.
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