Bagdad - En los últimos años, con los flujos migratorios de la población iraquí a otros países, alrededor de un millón de cristianos han abandonado Irak. El patriarca caldeo Louis Raphael Sako lo recuerda en un mensaje publicado hoy, 31 de enero, con motivo del sexto aniversario de su elección patriarcal. Con motivo de esta ocasión, el Patriarca hace un breve resumen de los acontecimientos que marcaron los años de su ministerio patriarcal, destacando problemas, dificultades, iniciativas y esperanzas que marcaron el camino de la Iglesia caldea.
Entre lo más destacado, el Primado de la Iglesia Caldea recuerda la huida de los cristianos de Mosul y la Llanura de Nínive invadidas por los yihadistas del Estado Islámico y las dificultades para el cuidado pastoral y material de decenas de miles de refugiados desde hace más de tres años. El Patriarca también se refiere a las campañas sectarias que incitan al odio, la violencia y la confiscación de los hogares de los cristianos en Bagdad y otras ciudades iraquíes, así como a las relaciones problemáticas con “algunos políticos cristianos que sirven a sus intereses personales sin tener en cuenta la voluntad general de los cristianos”.
Entre los signos positivos, el patriarca Sako enumeró la recuperación de las finanzas patriarcales, la renovación de la liturgia, el establecimiento de la Liga caldea y la creación de un comité de diálogo interreligioso con sunitas, chiítas, yazidis y mandeos para contrarrestar el extremismo sectario. La crítica al Patriarcado, que quería subrayar el Patriarca, -creado cardenal por el Papa Francisco-, proviene principalmente de personas que “no pueden tolerar ver el 'despertar' de la Iglesia caldea y su brillante papel tanto a nivel local como global, a pesar de todos los desafíos a los que nos hemos enfrentados en los últimos seis años”.
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