Daca - El nuevo gobierno de la primera ministra Sheikh Hasina, quien ganó las recientes elecciones legislativas al obtener el 90% de los escaños en el Parlamento, “se centrará en el desarrollo de la población, garantizando la dignidad y los derechos para todos”. Es lo que asegura a la Agencia Fides James Noren, activista católico bengalí pro los derechos humanos. “Esperemos que el nuevo gobierno apoye los derechos constitucionales que protegen a todos los ciudadanos, trabajando para garantizar la educación, la atención médica, la vivienda, el empleo y los servicios”, explica Noren. Según el activista, “es urgente hacer más en el país por los derechos humanos, la libertad de expresión, la emancipación de los pobres y las mujeres, la seguridad de los ciudadanos y la armonía religiosa y social”.
Las elecciones nacionales se llevaron a cabo los días 30 y 31 de diciembre y, según los resultados oficiales, triunfó Sheikh Hasina, en el poder desde 2009, y que disfruta de su tercer mandato. La Liga Awami y sus aliados obtuvieron 288 de los 300 escaños, mientras que la alianza de oposición liderada por el Partido Nacionalista de Bangladesh ganó siete escaños. El Parlamento de Bangladesh tiene un total de 350 escaños, 50 de los cuales están reservados para mujeres y se asignan en proporción a la votación general.
La oposición impugnó la votación bajo acusaciones de intimidación a los votantes e irregularidades. Además 18 personas murieron en enfrentamientos entre los partidarios del partido gobernante y la oposición. A pesar de estas quejas, la Comisión Electoral validó la votación. Hasina es hija de Sheikh Mujibur Rahman, que fue primer ministro de Bangladesh después de la independencia, asesinado en un golpe de estado en 1975. En los últimos treinta años, ella se ha alternado en el poder con su principal rival, el líder del BNP y ex primer ministro Khaleda Zia, de 73 años de edad. Khaleda fue encarcelado en febrero por corrupción, con la prohibición de presentarse de nuevo a unas elecciones.
“Esperemos que las personas en el gobierno trabajen juntas por el bien común de los ciudadanos, poniendo fin a la pobreza crónica y la desigualdad social y económica”, explica el padre David Bipul Das, párroco católico de la diócesis de Barisal. “La gente tiene grandes esperanzas. Quiere que el gobierno, el sector privado y los grupos de la sociedad civil dejen de lado sus diferencias y cooperen para el desarrollo de todos”, concluye.
La comunidad católica en Bangladesh cuenta con unos 350.000 fieles. Hay alrededor de 500.000 cristianos de diferentes confesiones, en un país con una población de alrededor de 160 millones de habitantes, 90% musulmanes.
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