ASIA/SRI LANKA - Reconciliación y amistad entre familias cingalesas y tamiles: el compromiso de la Iglesia

Agenzia Fides Colombo - Promover el entendimiento mutuo, el intercambio y la hospitalidad entre las familias cingalesas y tamiles es el objetivo de un programa especial de reconciliación social llamado "Live-in", coordinado por la hermana Dulcie Peiris, una religiosa católica que se dedica a curar heridas y a promover la unión entre tamiles y cingaleses en la sociedad de Sri Lanka, en el escenario post-conflicto.
Fides pudo conocer que, como parte de este programa, los cingaleses acogen en sus casas durante unos días a una familia tamil de los distritos del norte, afectados por la guerra. De la misma manera, los tamiles acogen a los cingaleses en sus casas, cuidando de ellos de todas las maneras posibles. Estos intercambios han sido iniciados desde 2009 por la Iglesia Católica en Sri Lanka.
Después de que la guerra dejara un rastro de destrucción en la vida de las personas y profundas heridas de la dignidad humana, Caritas Sri Lanka ha puesto en práctica su vasta experiencia en el campo de la reconciliación y la reconstrucción, con el apoyo de la Federación de Caritas Internationalis, implementando numerosos programas para ayudar a las familias afectadas.

En el norte de la isla, donde se encontraban los rebeldes tamiles, los llamados "tigres", la Iglesia Católica siempre ha sido un punto de referencia para la gente en sus luchas y dificultades. La comunidad perdió diez sacerdotes durante la guerra y muchos otros hoy exhiben signos de trauma y lesiones en el cuerpo, como el director de Caritas de Vanni, el p. Wasantha Seelan, quien sufrió una amputación de la pierna, debido a las heridas sufridas. Muchos voluntarios en los centros diocesanos de Caritas se han puesto al servicio de la gente con dedicación, enfrentando el sufrimiento y el peligro.

Iniciado por Caritas Sri Lanka, el programa de reconciliación social y cultural ha cobrado impulso y está coordinado por las hermanas: "Al principio éramos reacios a unirnos a este programa, pero ahora podemos relacionarnos como amigas", dijo a Fides Srimathi Wijesingha, de 38 años, una maestra de primaria cingalesa que acogió a una familia tamil en su casa. "Entre los diversos programas implementados por la Iglesia católica para la curación de heridas y la superación de la distancia social y cultural entre cingaleses y tamiles, este programa es el más eficaz", señaló a Fides la hermana Peiris, de 57 años de edad, quien coordina el programa desde 2011.

"Al principio, había muchos temores, resistencias y prejuicios entre las dos comunidades, pero desde que empezaron a interactuar más estrechamente, la brecha se está reduciendo lentamente", dice. La guerra civil, que comenzó en 1983, causó más de 100.000 muertos, miles de desplazados y separó a las dos comunidades étnicas de Sri Lanka. Tras 26 años de campaña militar, el ejército de Sri Lanka derrotó a los Tigres Tamiles el 18 de mayo de 2009. Según las Naciones Unidas, la guerra causó la muerte de al menos 40.000 civiles sólo en las últimas semanas del conflicto.
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