Yakarta - Mientras que el gobierno indonesio, dirigido por el presidente Joko Widodo, ha puesto en marcha un sistema económico especial para reducir la corrupción, los fieles católicos pone de su parte para combatirla. Según los observadores, el sector empresarial y el sector público sufren principalmente de corrupción generalizada, así como de abuso de poder, extorsión y malversación de fondos. Los esfuerzos de la Comisión Gubernamental para erradicar la corrupción han mejorado ligeramente el Índice de Percepción de la Corrupción en Indonesia, que ha pasado de 26 en 2008 a 32 en 2012 y a 37 en 2017 .
Mientras que la campaña electoral para las elecciones presidenciales y parlamentarias de abril de 2019 está en marcha, en la opinión pública se nota la urgente necesidad de apoyar firmemente el espíritu anticorrupción y la necesidad de elegir representantes políticos que no estén corrompidos. En los medios de comunicación se discute el hecho de que los condenados por corrupción podrán volver a inscribirse en el censo electoral: la ausencia de legislación al respecto se percibe como un fracaso del Estado.
En este contexto, han visto la luz iniciativas de la sociedad civil como el "Movimiento Ehem", lanzado por la Fundación Bhumiksara junto con la Conferencia Episcopal Indonesia . Desde su creación en 2012, esta organización ha creado conciencia del espíritu de integridad moral, organizando seminarios y cursos con cientos de personalidades prominentes en muchas diócesis y comunidades religiosas de toda Indonesia. El Movimiento ha involucrado a figuras profesionales de universidades, grupos de la sociedad civil y empresas.
El pasado mes de julio se celebró un seminario del "Movimiento Ehem" con funcionarios del gobierno local, en el distrito de Melawi, diócesis de Sintang, en Kalimantan occidental, mientras que otro seminario reciente se celebró en Yakarta con 40 jóvenes jesuitas de Malasia, Tailandia, Timor Occidental, Myanmar e Indonesia. En el seminario fue sugerida la espiritualidad ignaciana como un "método" para observar los casos de corrupción y como base para construir el compromiso personal con la transparencia y la integridad moral. "A menudo no se piensa cómo un pequeño comportamiento corrupto puede crear efectos negativos", dijo Amadea Prajna a Fides, uno de los participantes, a Fides. Aaron Lee, jesuita malayo, señaló que "el espíritu anticorrupción está en línea con el voto de pobreza. Según Dulphicai, de Tailandia, "es urgente trazar un mapa de la complejidad de los actos de corrupción", mientras que Aditya espera que los católicos indonesios puedan iniciar un nuevo estilo de vida libre de comportamientos corruptos: "Debemos empezar a ser responsables de las actividades y tareas diarias, en la vida comunitaria".
Hablando con la Agencia Fides, el padre Sudiarjo, rector del Hermanum College, destacó que "es necesario estudiar el fenómeno de la corrupción con amplias perspectivas y que el enfoque pedagógico ignaciano, es decir, el proceso de experiencia-análisis-reflexión-acción pueda ser aplicado para desencadenar un mecanismo psicológico que no tolere ninguna forma de comportamiento corrupto".
Publicar un comentario