Belem – Este domingo 14 de octubre, segundo domingo del mes, se ha celebrado como todos los años en Belem, capital del estado de Pará y una de las mayores ciudades de la Amazonía, la fiesta del Cirio de Nazaré, una tradición que se remonta al año 1700, momento en que fue encontrada, en medio de la selva, la imagen de Nuestra Señora de Nazaré. La virgen adquirió una gran devoción entre el pueblo de la región, y en 1793 fue realizada la primera procesión del Cirio de Nazaré, que actualmente reúne dos millones de personas, siendo una de las mayores manifestaciones católicas de Brasil y del mundo.
La religiosidad popular y en especial, la devoción mariana, siempre han sido un elemento importante dentro de la tradición católica en todos los rincones del mundo,a este respecto Monseñor Irineu Roman, obispo auxiliar de la Archidiócesis de Belem, reconoce a la Agencia Fides que “con toda seguridad, el Cirio de Nazaré es una de las expresiones de religiosidad popular más fuertes de Brasil, junto con la fiesta de Nuestra Señora de Aparecida" celebrada el 12 de octubre.El obispo continúa explicando que “el Cirio de Nazaré envuelve todo un contexto de los pueblos de la Amazonía, porque surgió de los pobladores de esta región, es fruto de la devoción popular de este pueblo, hasta el punto de que en un primer momento no era coordinado por la Iglesia, sino por la gente, por el hallazgo de la imagen con la que sucedió el milagro y que, a partir de aquel momento, la comunidad originaria de aquella época empezó a reunirse allí para rezar y orar”.
Según Monseñor Roman, “allí empezó la peregrinación y surgió la basílica de Nuestra Señora de Nazaré y el Cirio tomó la dimensión que tiene en la actualidad”. Por eso, el prelado insiste a la Agencia Fides que “dentro del contexto del Sínodo de la Amazonía, es una gran expresión de religiosidad popular que nos empuja a nosotros también a valorar cada vez más las expresiones de fe traídas por los pueblos de la Amazonía”. Luego concluye subrayando que “los indios, uno de los grandes focos de este Sínodo, junto con la cuestión de la ecología integral, que envuelve todas las dimensiones de la vida, se ve reflejado mucho a esa cuestión del Cirio de Nazaré, que está muy dentro de esa realidad que estamos viviendo en este proceso de preparación del Sínodo”.
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