Manila - Han pasado siete años desde el asesinato del misionero italiano Fausto Tentorio, PIME, asesinado en la isla de Mindanao el 17 de octubre de 2011. En el séptimo aniversario de su muerte, la Iglesia de Filipinas recordó al sacerdote amigo de los campesinos y de los indígenas de Mindanao. “Debemos continuar el legado del padre Tentorio. Seguir su ejemplo significa seguir el llamamiento de Cristo de ir a las periferias de la sociedad y compartir la Buena Nueva de Cristo con los pobres. Fausto siempre estará en nuestros corazones”, asegura a Fides Teresa Punzon, laica católica de Mindanao.
El padre Tentorio ayudó a crear más de 80 guarderías en comunidades indígenas y más de 2.000 jóvenes indígenas se beneficiaron de las becas que dispuso. “Al educar en la relación con la Creación y al permanecer del lado de los pobres y oprimidos, el padre Tentorio ha experimentado la opción preferencial de la Iglesia por los pobres”, señala. “El padre Fausto es como un grano de trigo que, muriendo, da fruto. Después de su muerte, su ministerio ha inspirado a cientos de comunidades de lumads en todo Mindanao”, explica a Fides Marlon Lacal, una laica católica comprometida en el servicio a los pobres en Mindanao.
La defensa de estas poblaciones le costó la vida. En el momento de su muerte, el misionero enfrentaba la cuestión de la presencia de grandes empresas y proyectos mineros en las tierras de los pueblos indígenas, que habrían provocado la deforestación con la instalación de plantaciones y minas, trastornando las vidas de la población local.
Miembro del Pontificio Instituto para Misiones Extranjeras Tentorio, de 59 años, era misionero en Filipinas desde 1978. Fue asesinado a tiros por un asesino dentro del complejo parroquial de la Madre del Perpetuo Socorro en Arakan, en la provincia de Cotabato en 2011. Fue el tercer sacerdote del PIME asesinado en Filipinas después del padre Tullio Favali y Salvatore Carzedda, también asesinados en Mindanao.
El padre Tentorio nació el 7 de enero de 1952 en Santa Maria di Rovagnate y creció en Lecco, Italia. Fue ordenado sacerdote en 1977 y se marchó a Filipinas al año siguiente, trabajando a nivel pastoral y social junto a comunidades cristianas, musulmanas e indígenas. Los misioneros del PIME están presentes en 17 países del mundo y están presentes en Filipinas desde 1968.
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