Seúl – “Me complace y reconforta saber que, durante su visita al Vaticano la próxima semana, el Presidente Moon Jae-in llevará consigo el mensaje del líder norcoreano Kim Jong-un, quien desea invitar al papa Francisco a Pyongyang”. Así lo declaró el cardenal Andrew Yeom Soo-jung, arzobispo de Seúl, en una nota enviada a la Agencia Fides, a propósito de la invitación al pontífice, que será presentada durante la gira europea del Presidente Mooon Jae-in, en Italia y en el Vaticano los días 17 y 18 de octubre.
El Cardenal Yeom expresó a Fides: “El santo padre siempre se ha preocupado y se preocupa por la paz en la península coreana; e ha incluido en sus oraciones a los coreanos, siempre que ha habido eventos importantes en la historia reciente. Espero que estos esfuerzos ayuden a construir una paz genuina en la península de Corea. Sobre todo, como administrador apostólico de Pyongyang, oro sinceramente para que en los días venideros podamos enviar sacerdotes y religiosos al Norte y celebrar juntos los Sacramentos”.
Actualmente, a la comunidad católica de Corea del Norte la llaman comúnmente la "Iglesia del silencio" porque, desde 1948, el régimen norcoreano comenzó a eliminar todos los rastros de la presencia de la Fe, arrasando iglesias y confinando al personal eclesiástico y a los creyentes en campos de concentración.
En Corea del Norte había, hasta 1950, más de 55.000 creyentes y 57 iglesias construidas, con misioneros, escuelas católicas y florecientes actividades pastorales. Hoy en día no hay obispos, sacerdotes o religiosos católicos. A partir de 1989, con el colapso del bloque comunista, se produjo un cambio en la política religiosa del régimen que reconoció una "Asociación católica" y una "Federación cristiana", a las cuales se adhieren unos tres miles fieles controlados oficialmente por el gobierno. Los sacerdotes del Sur que han estado en Corea del Norte en los últimos años, siguen convencidos de la existencia de muchos otros hombres y mujeres, en el país, que todavía viven su fe en Cristo de una manera íntima y privada.
Publicar un comentario