Roma – Cambiar la perspectiva sobre la figura de los pobres, que no son simplemente receptores pasivos de la acción misionera, sino que son sujetos activos y colaboradores en la construcción de una nueva humanidad; considerar Europa como un campo misionero, que necesita la luz del Evangelio; revalorizar el trabajo misionero a través de los servicios pastorales específicos en base al medio ambiente y a las necesidades de las personas; enriquecer el Instituto internacional y multicultural de la nueva dimensión de la interculturalidad. Estas son las cuatro indicaciones esenciales que guiarán a los Misioneros Combonianos en los próximos años, tal como lo establece el último Capítulo General del Instituto.
Fundados por Daniel Comboni el 1 de junio de 1867, como “Instituto para las Misiones de África”, los Combonianos, que celebran los 150 años de compromiso misionero, en la actualidad son unos 1.540 de 44 nacionalidades diferentes, que trabajan en 41 países de 4 continentes: África, América, Asia y Europa. En los acontecimientos y cambios de la historia de este último siglo y medio de misión, los tres principios del método de evangelización Comboniano siempre se han mantenido como herencia espiritual de su fundador: “salvar África con África”, es decir trabajar con los pobres para que se conviertan en los verdaderos protagonistas de su historia y su destino; “hacer causa común con la gente”, lo que significa compartir la vida, los sueños, las luchas, las esperanzas; “evangelizar como comunidad” en el sentido de que la comunidad se convierte en signo e instrumento de evangelización, pero también que la misión requiere colaboración y sinergia de fuerzas para poder realizarse
Link correlati :Para más información lee el especial del p. Mariano Tibaldo en Omnis Terra
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