Sucre – Comprometerse a intervenir más en la defensa de la vida de los más vulnerables, contra la trata y tráfico de personas, en la migración y contra el peligro de perder la democracia: este es el objetivo expresado por los más de 1.500 asistentes al VII Congreso Misionero Nacional celebrado en Sucre.
Según la información de la Agencia Fides, obispos, sacerdotes y laicos, han participado en la asamblea bajo el lema “el Evangelio es Alegría, ¡Anúncialo!”. El VII Congreso Misionero ha permitido a los católicos de Bolivia “analizar su responsabilidad profética en la sociedad, en la familia, en la política y en todos los ámbitos donde hace falta la presencia del Evangelio de Jesús”, se lee en la nota enviada a la Agencia Fides por una fuente local.
En las conclusiones que se leyeron ayer en el acto de clausura en el auditorio del colegio Sagrado Corazón, los participantes han constatado que hay “un débil testimonio y una gran pasividad ante los acontecimientos y las nuevas leyes que despenalizan y promueven el aborto, imponen la ideología de género contraria a la identidad natural de la persona y que afectan a la familia y a la sociedad”.
Fortalecidos por el Evangelio y por el Espíritu Santo, después de cinco días de reunión, los participantes han afirmado que la Iglesia Católica, mayoritaria en Bolivia, debe involucrarse más en la lucha contra la trata y tráfico de personas, la protección de las víctimas y además debe abordar con más fuerza la migración del campo a la ciudad.
La misión profética debe impulsar a los misioneros a estar presentes en las organizaciones sociales, juntas vecinales, sindicatos, universidades, incluso en el nivel político, especialmente para la defensa de la vida y los derechos humanos. Además es necesaria una atención mayor hacia la familia, las situaciones de abandono, separación y divorcio.
El viernes 13 de octubre, en la Misa concelebrada por varios obispos y sacerdotes en la Plaza 25 de Mayo, el Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana, Su Exc. Mons. Ricardo Centellas, ha invitado a todos a convertirse en una “iglesia en salida”, a salir a las calles al encuentro de los niños, jóvenes, obreros, migrantes y comunidades campesinas para presentarles el Evangelio de Jesús ante los intentos gubernamentales de imponer la cultura de la muerte.
Luego ha denunciado la manipulación de la vida que se hace por intereses ideológicos y económicos que contradicen la vida, no respetan ni hacen respetar los derechos humanos. Mons. Centellas ha pedido también que “no se permita que la división sea más fuerte que la unión, en las familias, en las parroquias y en la patria boliviana. ¡Tenemos que ser apóstoles de la unidad!”.
A continuación ha añadido con fuerza ante cientos de personas que participaban en la Eucaristía: “No podemos permitir que los populismos poco a poco se conviertan en dictaduras en nuestra sociedad, no podemos permitir que maten el TIPNIS . Por eso, ante esta cultura de muerte, con el espíritu de Jesús, tenemos que decir que no nos vencerán”
Las últimas palabras han sido del Arzobispo de Sucre, Mons. Jesús Juárez, como diócesis anfitriona
del evento: que después de dar las gracias a los organizadores por el éxito de este encuentro tan grande ha recordado que “la tarea de los misioneros es hacer realidad las conclusiones del VII Congreso Nacional en sus jurisdicciones que se realizará en Santa Cruz dentro de unos meses”.
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