Bhubaneswar – Las víctimas de la violencia anticristiana cometida en el estado indio de Orissa en 2007 y 2008 “son testigos de una fe auténtica, que han superado las pruebas y persecuciones, y hoy inspiran a muchas personas en la India y en el extranjero”: dice a la Agencia Fides el Arzobispo John Barwa, quién guía la archidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar, en el estado indio de Orissa . El distrito de Kandhamal, escenario de la violencia, se ha convertido en “un lugar de peregrinación para escuchar el testimonio de los sobrevivientes y luego compartir la solidaridad con las víctimas, personas pobres a nivel económicamente pero fuertes y ricas espiritualmente”, dice el Obispo.
Según la información de la Agencia Fides, ha viajado recientemente a Kandhamal una delegación de 45 mujeres representantes de 14 regiones de la India, convocadas por la Conferencia Episcopal de la India para un encuentro nacional sobre el tema 'El papel de la mujer en la creación de la familia'. La delegación ha estado encabezada por Mons. Jacob Ma Bernabas, presidente de la Comisión Episcopal Nacional para las Mujeres y por la hermana Talisha Nadukudiyil, Secretaria de la Comisión.
Después de la visita, Mons. Jacob Mar Barnabas ha dicho a la Agencia Fides: “Hemos visitado una tierra de mártires, tenemos una experiencia de fe muy rica que debemos proclamar. Estas personas necesitan nuestra solidaridad. Hemos compartido su dolor y sufrimiento vividos por causa de la fe en Jesucristo, con quién han compartido su propia cruz. Nosotros también estamos llamados a vivir y proclamar que Cristo es el Señor, como el pueblo de Kandhamal. Su experiencia puede ser muy importante especialmente para los jóvenes indios”.
“Estamos llamados a no ser sólo meros espectadores. Frente a nuestros hermanos y hermanas que han demostrado tanto valor en la defensa de la fe, no basta con mostrar simpatía y escuchar su historia, sino que tenemos que comprometernos en participar como única comunidad en todo el proceso de reconstrucción. Sólo entonces nuestra visita será fructífera. Esta es una tarea para toda la Iglesia en la India” ha agregado mons. Barnaba.
“Mi esposo sacrificó su vida por no negar a Cristo. Su sacrificio me ha hecho más fuerte en la fe en Jesús. Cada vez que respiro es un aliento de la fe en Jesús, del que mi marido ha sido testigo”, dice la viuda Kanakarekha Nayak, esposa del cristiano Parikit Nayak, asesinado y torturado por militantes hindúes.
“Esta visita me ha causado una gran conmoción y me he visto realmente inspirado y fortalecido en la fe en Jesús”, dice Chinama Jacob, mujer católica de Delhi, después de escuchar estas historias. “Me gustaría venir a Kandhamal y enseñar a los estudiantes locales”, añade Mary Lucia de Tamil Nadu
“Muchas mujeres han expresado el deseo de ayudar económicamente y materialmente a la comunidad local”, dice la hermana Bibiana Barla, secretaria regional de la Comisión para las mujeres en Orissa.
Todo el grupo de mujeres visitantes se ha conmovido al compartir las experiencias de los aldeanos, todos muy pobres. “Aunque la gente es pobre e incluso analfabeta, su fe es firme en la palabra de Dios”, dice a la Agencia Fides Talismán Nadukudiyil, prometiendo su compromiso en cultivar la cooperación y la amistad.
A raíz de la violencia indiscriminada perpetrada en Kandhamal en 2008, cerca de 100 cristianos fueron asesinados por extremistas hindúes militantes, 600 aldeas cristianas fueron rasadas al suelo, 5.600 hogares fueron saqueados, 295 iglesias y otros lugares de culto destruidos junto con 13 escuelas y leproserías. Unos 56.000 cristianos de Kandhamal tuvieron que huir para salvarse y convertirse en refugiados. Durante la violencia, se decía a los fieles que la condición para permanecer en ese distrito era hacerse hindúes.
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