Nairobi - “Hay muchas cosas que van mal en este país, mientras que los medios de comunicación parecen centrarse únicamente en los políticos”, dice a la Agencia Fides Rose Achiego, una laica católica que trabaja en el sector de las comunicaciones. “Tomemos por ejemplo -dice- el impacto de la huelga de enfermeros que han paralizado las actividades en el dispensario de Uthiru, donde los niños están sufriendo e incluso muriendo a causa de enfermedades que se pueden curar”.
“Los progresos que se ha realizado en los últimos años parecen perdidos”, añade la Sra. Achiego que pide a “los líderes políticos que encentren una salida a la actual situación de estancamiento, y traten de unir al país”.
Kenia se debate en una crisis política por la anulación de la votación presidencial del 8 de agosto por parte del Tribunal Supremo y por la controversia sobre la Comisión Electoral Independiente que organizará y supervisará la repetición de las elecciones el 26 de octubre. Una de las principales responsables de la IEBC, Roselyn Akombe, renunció ayer, 18 de octubre, afirmando que esta organización no está preparada para asegurar una votación creíble.
La crisis política se suma a un clima ya tenso debido a la huelga que paraliza al sector de la salud y las tensiones en las escuelas durante meses. “Desafortunadamente, -dice Rose Achiego -, los políticos están haciendo discursos que en lugar de unir a los keniatas, crean más ruptura.
“Dado que estamos en octubre, los católicos deberían dedicar más tiempo a orar a la Virgen para encontrar una solución a lo que está sucediendo; no estamos seguros de hacia dónde nos dirigimos; hay una división evidente entre los partidarios del partido NASA y del Jubelee ”.
“Es una situación tensa, pero muchos keniatas han tomado su decisión sobre su afiliación política. Sin embargo, creo que hay una parte de la población de Kenia que no le importa quién sea el presidente, está preocupada por sus puestos de trabajo y por la forma de defender las necesidades de sus familias”, dice Magdalene Nafula, miembro de la asociación Young Adults de St. Josephine Bakhita de la Parroquia de Santa Maria, Mukuru en Nairobi.
“Hay mucha confusión en nuestro país y no está claro si tendremos elecciones el 26” dice a la Agencia Fides la hermana Margaret Mutiso que coordina la asociación de estudiantes de la Escuela Universitaria de Tangaza en Nairobi. Añadiendo: “El estado de ánimo parece indicar que no puede haber elecciones, teniendo en cuenta las últimas revelaciones del comisario que acaba de renunciar y las presiones externas sobre la IEBC El país no parece estar listo para repetir las elecciones y esto es preocupante porque en realidad no sabemos lo que puede suceder”, estos mismos sentimientos los comparte también la hermana Beatrice Merceline que trabaja en la diócesis de Bungoma. La hermana Mutiso atribuye la incertidumbre del país a la clase política, refiriéndose al presidente Uhuru Kenyatta y a Raila Odinga, “la confusión se ve acentuada por la falta de voluntad de los dos líderes principales para sentarse y hablar, cada uno quiere ganar, pero no están creando una atmósfera para elecciones libres y creíbles donde pueden aceptar los resultados”.
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