Bhubaneswar – Los Obispos del estado indio de Orissa han decidido por unanimidad establecer una “Jornada de los Mártires” dedicándola a las víctimas de las masacres contra los cristianos que se produjeron en el distrito de Kandhamal en 2008. Según la información recibida en la Agencia Fides desde la Iglesia local, la Jornada se celebrará en el mes de agosto de cada año. Lo han decidido los cinco obispos del estado durante su reunión anual. Hasta ahora la Iglesia local había celebrado una “Jornada de la Memoria” para recordar a las víctimas de las masacres.
El arzobispo John Barwa SVD, Presidente del Consejo de Obispos de Orsissa, confirma a la Agencia Fides que “la fecha exacta se decidirá de acuerdo con las familias de las víctimas. Pretendemos darles consuelo, perpetuando la memoria de sus seres queridos y reconociéndolos como mártires”.
“Todos aquellos que fueron asesinados durante la persecución contra los cristianos en 2008 merecen nuestro compromiso, honor, respeto y reconocimiento ya que murieron por su fe cristiana y dando testimonio de Cristo”, dice a la Agencia Fides Mons. Sarat Chandra Nayak, obispo de Berhampur.
Mons. Simon Kaipuram, Obispo de Balasore, refiere a la Agencia Fides que “el Consejo Episcopal de Orissa pedirá a la Conferencia Episcopal de la India extender la celebración a toda la nación”.
“Acojo favorablemente esta decisión. Debemos reconocer a los muertos de Kandhamal en 2008 como mártires de la fe”, dice a la Agencia Fides el laico católico John Dayal, secretario general de la All India Christian Council y miembro del Consejo Nacional de Integración del Gobierno de la India. “Es importante que toda la sociedad civil en la India recuerde las masacres de Kandhamal: es el ataque más feroz que los cristianos han sufrido en la historia. Y las víctimas han sido traicionadas por el sistema de justicia penal”, añade Dayal.
En la violencia que estalló el 25 de agosto de 2008 en el distrito de Kandhamal, más de 90 cristianos fueron asesinados, más de 350 iglesias y lugares de culto fueron destruidos, 6.500 casas destruidas, 40 mujeres fueron víctimas de violaciones y vejaciones y más de 56.000 cristianos fueron expulsados de sus aldeas.
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