AFRICA/BURUNDI - El control de las tierras raras de Burundi ¿esta detrás de la crisis política vinculada con el tercer mandato de Nkurunziza?

Bujumbura - Detrás de la crisis política en Burundi, también hay una lucha de influencias entre las potencias extranjeras por el control de los yacimientos de tierras raras. Lo han revelado a la Agencia Fides fuentes de la Iglesia de Burundi.
“La Iglesia pide respeto por el estado de derecho y la garantía de los derechos de las personas”, dicen nuestras fuentes, en referencia al mensaje de los Obispos del 20 de septiembre, que aboga por un diálogo entre todas las partes sin excepción . “Sin embargo el gobierno del presidente Pierre Nkurunziza, ha rechazado el recurso de la Comisión Episcopal para la creación de un diálogo, pero con un mandato limitado que excluye contactos con la mayor parte de la oposición”, dicen las fuentes de Fides.
“El mensaje de los Obispos también es muy claro en denunciar enérgicamente la violencia”, subrayan las fuentes. “Cada día en las calles de Bujumbura hay nuevos cadáveres de personas asesinadas durante la noche. Sabemos que los detenidos son torturados. Por otra parte el gobierno está tratando de comprar a la gente. Esto sucede gracias a la gran disponibilidad de financiación derivada de los contratos mineros para la explotación de tierras raras con empresas chinas” revelan las fuentes de Fides.
“Mientras Estados Unidos y la Unión Europea han condenado la violación de los Acuerdos de Arusha y la Constitución de Burundi, con la imposición del tercer mandato de Nkurunziza, se puede ver un enfrentamiento indirecto entre occidente, y en particular los Estados Unidos, con China, que parece seguir apoyando al Presidente. Una de las cuestiones en juego es el control de las tierras raras de Burundi”, concluye la fuente de Fides.
Según los últimos estudios geológicos, las tierras raras en Burundi son de excelente calidad y tienen una gran concentración en comparación con los depósitos en otros países. Los elementos de tierras raras se utilizan en la industria electrónica y otras aplicaciones de alta tecnología. China, que posee el 97% de las tierras raras del mundo, trata de mantener su monopolio mediante la adquisición de depósitos de otros Estados.