Karadiyanaru – La larga guerra civil en Sri Lanka, que terminó hace seis años, sigue teniendo fuertes consecuencias en muchas de las víctimas mutiladas durante el conflicto, en el que murieron más de 100.000 personas, la mayoría civiles. Los soldados del gobierno reciben todo tipo de ayudas, remunerativas y sanitarias, pero no ocurre lo mismo para los civiles y las ex Tigres Tamil heridos de forma permanente.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Protección de los Derechos Humanos ha instado al Gobierno a desarrollar una política nacional de recuperación, teniendo en cuenta las necesidades específicas de las mujeres y los niños, y establecer una recompensa adecuada por parte del presupuesto del Estado. La Fundación para la Rehabilitación de las Personas con Discapacidad estima que las personas que han quedado con discapacidades son más de 20.000 en la provincia del norte, pero según otras fuentes, las cifras sería mucho mayores. Sólo en la ciudad de Vavuniya serían 40.000, el 80% de los cuales por causa de la guerra. Actualmente, según lo confirmado por fuentes del gobierno, también en el distrito de Mullaitivu carecen de programas de asistencia para las víctimas.
Publicar un comentario