Islamabad – Una familia cristiana ha estado a punto de ser quemada vivo durante un ataque de un grupo de musulmanes que querían robar su casa y sus tierras. Según ha informado a la Agencia Fides el abogado cristiano Sardar Mushtaq Gill, la casa ha quedado reducida a cenizas tras el ataque de los musulmanes, que tuvo lugar el 10 de septiembre, pero los ocupantes pudieron escapar, salvando la vida.
El motivo, dice Gill, forma parte del fenómeno del “acaparamiento de tierras”, a través del cual, a los más débiles y vulnerables, como los cristianos, se les arrebatan las tierras con la violencia, de forma totalmente ilegal.
La victima, el cristiano Boota Masih, de 38 años, ha declarado: “A pesar de la presencia de testigos oculares, la policía local se ha mostrado reacia a registrar una denuncia oficial”.
Masih, comerciante de fruta, y su esposa, una maestra de escuela, han contado lo ocurrido, señalando el ataque sufrido por unas personas que entraron con violencia en su hogar, amenazándoles. Al negarse a salir de casa, los musulmanes empezaron a golpearles y luego rociaron todo de gasolina para prender fuego a la casa, encerrando dentro de una habitación con la llave a Boota y a su familia.
Los cristianos lograron escapar rompiendo una ventana y huyendo. “Otros cristianos locales llegaron para salvarnos, llamando a la policía y a los bomberos”, dice el hombre.
Masih había comprado la casa de la familia del musulmán Ghulam, que inexplicablemente reclamaba la propiedad.
En una nota enviada a la Agencia Fides, el abogado Gill “condena enérgicamente estos actos de violencia que generan miedo e inseguridad entre los cristianos” y pide a las autoridades “que tomen medidas estrictas para hacer cumplir la ley y castigar a los delincuentes”.
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