Phnom Penh – Cientos de vietnamitas viven entre las tumbas y las lápidas: toda una comunidad se ha visto obligada a ocupar un cementerio al sur de Phnom Penh para hacer frente a la pobreza y la desigualdad. En Thmor San, un área de la aldea de Doeum Sleng, los niños juegan entre las lápidas y los adultos preparan la comida entre las tumbas. Algunas familias han ocupado el terreno después de dejar el mundo rural en busca de oportunidades de trabajo, pero, dados los precios excesivos de los alquileres de los apartamentos en Phnom Penh, han aceptado vivir en la necrópolis como un mal menor.
Algunos antropólogos han documentado como en Camboya existe la creencia en los espíritus y de que estos forman parte de la realidad cotidiana de la gente y son adorados en los hogares con pequeños altares o en las “casas de los espíritus”. En Thmor San miles de habitantes sobreviven con el pequeño comercio, en la venta de chatarra y con las ayudas de las Ong. Entre los problemas más comunes están el del alcohol, la violencia doméstica, la desnutrición, la falta de educación, el abuso y el trabajo infantil, las enfermedades como el VIH, y todo esto agravado por las inundaciones frecuentes.
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