VATICANO - Jornada mundial de los pobres: en una verdadera comunidad cristiana no hay miembros que den y otros que reciban. Solo existe el ‘prójimo’ que comparte

Ciudad del Vaticano – “Asegurarse de que las personas que viven en pobreza sean parte activa en la construcción de una sociedad inclusiva y equitativa, de una Caritas transformadora y una Iglesia acogedora”, es lo que invita a hacer Mons. Pierre Cibambo, asistente eclesiástico de Caritas Internationalis, en el Mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres 2020, que se celebra el 15 de noviembre, enviado a la Agencia Fides.
“No olvidemos que este día especial en honor a nuestros hermanos y hermanas necesitados se llama 'Día Mundial de los Pobres' y no 'Día Mundial por los Pobres'. De hecho, no nos limitamos a compartir parte de nuestra riqueza con los pobres, sino que también recibimos algo de ellos”- subraya Mons. Cibambo.
En una verdadera comunidad cristiana no hay miembros que dan y otros que reciben. Solo existe el prójimo que comparte, porque en Cristo todos somos uno. El asistente eclesiástico enfatiza cuánto la mano que extendemos a los pobres no es solo una mano que distribuye, sino también una mano que necesita ayuda. “Necesitamos a los pobres tanto como ellos nos necesitan a nosotros. Nos desafían a convertirnos cada vez más en verdaderos testigos de Cristo. Cuando nos encontramos con los pobres, los escuchamos y los acompañamos, y son ellos quienes nos evangelizan. Los pobres nos invitan a abrir nuestro corazón y transformar nuestra visión estrecha y mundana para ver a Cristo en su presencia aquí en la tierra”.
El presidente de Caritas Internationalis, card. Luis Antonio Tagle, Prefecto de la Congregación de la evangelización de los Pueblos, ha dicho: “La gran lección de mi vida de Pastor ha sido la de salir hacia los pobres, no llevando palabras, sino con el corazón dispuesto a escucharlos y aprender de ellos. Antes de decir una sola palabra, es importante conocer a la persona que tienes delante. Al escuchar con respeto a los pobres, afirmas su dignidad”.
El mensaje de Mons. Cibambo concluye con un llamamiento a los amigos de todo el mundo a “reflexionar sobre lo que hemos aprendido de los pobres a nivel personal y comunitario y asegurarnos de que estén en el centro de nuestros pensamientos y acciones al menos en este día. Una mano extendida es una señal, un signo que habla de cercanía, solidaridad y amor”.



Agenzia Fides
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