Port Moresby - “La situación actual de los casi 500 refugiados en la isla de Manus, que acoge a los solicitantes de asilo rechazados por Australia, nos causa un gran sufrimiento”. Los refugiados fueron llevados hasta la isla de Manus durante la cumbre de la APEC. Se encontraban en diferentes lugares de Port Moresby, la mayoría estaba aquí para recibir tratamiento médico. Mientras se celebraba la Navidad se produjeron más detenciones. Se registraron al menos tres casos de intento de suicidio”. Así lo explica a la Agencia Fides el sacerdote salesiano Ambrose Pereira, Secretario de Comunicaciones Sociales de la Conferencia Episcopal de Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón
“Estas personas han estado lejos de sus familias durante la sexta Navidad y la mayoría de ellas sobreviven gracias a medicamentos, en su mayoría antidepresivos y ansiolíticos”, señala el sacerdote, con graves consecuencias de tomar tales fármacos durante mucho tiempo y sin receta.
“Esta no es forma de tratar a los seres humanos: es un abuso y una negligencia”. “La respuesta obvia a casi todos los problemas de salud es darles libertad y reducir los daños causados por el estrés, los traumas, el hacinamiento y la desnutrición durante su detención, como lo demuestran numerosos informes”, explica el padre. Pereira. “Los refugiados están esperando que los corazones de los que están en el poder se ablanden. Están esperando el día en que sean liberados. Esperemos que el 2019 les traiga buenas noticias”, concluye.
Publicar un comentario