Buenos Aires - El Foro Interreligioso del G20 ha registrado una gran cantidad de propuestas temáticas y una participación sin precedentes de las autoridades políticas. Las religiones ayudarán a “poner alma a la consecución de los objetivos de desarrollo de la ONU 2030”. Es lo que destaca, en conversación con la Agencia Fides, la profesora Cristina Calvo, directora del programa “Democracia, sociedad y nuevas economías” de la Universidad de Buenos Aires, consultora de Cáritas América Latina y miembro de la Conferencia Mundial de Religiones por la Paz . El profesora Calvo hace un balance del evento, titulado “Construyendo un consenso para un desarrollo justo y sostenible”, que reunió por primera vez del 26 al 28 de septiembre al grupo “Ética y economía” y las organizaciones que conforman el “G20 interreligioso”. Calvo señala cómo la unión de dos caminos permitió una discusión útil sobre temas como la libertad religiosa, la movilidad humana, la justicia ambiental, la economía, las finanzas, el desarrollo humano, la responsabilidad corporativa o la lucha contra el crimen organizado, todo ello con bajo el prisma del desarrollo sostenible. Esto permitió “intercambiar visiones y buenas prácticas” gracias a la presencia de las autoridades nacionales argentinas, como la vicepresidenta Gabriela Michetti, dos ministros y dos subsecretarios.
Las propuestas del Foro se harán próximamente a los gobiernos del G20. Según Elena López Ruf, de la ONG ecuménica argentina CREAS, el trabajo realizado en Buenos Aires permitió a las organizaciones participantes establecer “alianzas estratégicas”. Importante es la presencia de “decisión makers de varios países que han podido interactuar directamente con organizaciones de la sociedad civil y organizaciones religiosas que operan en sectores tales como la educación, la atención médica o las emergencias humanitarias, como la de los refugiados”.
Calvo y López Ruf reconocen el papel de liderazgo mundial del Papa Francisco y la encíclica Laudato Sì, que “es un marco de referencia reconocido por los actores sociales, académicos y la administración pública mucho más allá de las opciones de fe”, afirma Cristina Calvo.
Mientras que el G20 interreligioso une a las organizaciones religiosas mundiales, el Grupo “Ética y Economía” está compuesto por diferentes organizaciones latinoamericanas y no latinoamericanas .
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