San Juan – “Puerto Rico esta derribado, pero no aniquilado”, refiere a la Agencia Fides Mons. Roberto O. González Nieves, OFM, Arzobispo de San Juan de Puerto Rico, Presidente de la Conferencia Episcopal de Puerto Rico . El Arzobispo, junto con Mons. Eusebio Ramos Morales, obispo de Caguas, Administrador apostólico de Fajardo-Humacao, Secretario de la CEP, ha firmado la Carta Pastoral de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña con motivo del paso de los Huracanas Irma y María, que en el mes de septiembre han arrasado el país al igual que en otras islas caribeñas .
En la Carta pastoral, enviada a la Agencia Fides, Mons Nieves expresa todo su dolor “al ver tanto llanto y angustia en los rostros humanos de nuestro pueblo”, además de expresar su solidaridad a la población mexicana que ha sufrido el terremoto. “Que la herida que nos une sea causa de unidad y renacimiento” afirma el Arzobispo. El texto continua: “Es una herida que también compartirnos con todos los lugares en el Caribe y en Estados Unidos que han sido azotados por los huracanes Harvey, Irma, Katia y María. Desde hace algunos días, hemos comenzado a recibir las voces de solidaridad de diversos hermanos y hermanas por todo el mundo. A través de los canales oficiales, los medios de comunicación, las parroquias y personas en particular, han comenzado a emerger los datos de la devastación y destrucción de nuestro archipiélago puertorriqueño, especialmente la pérdida de vidas humanas, y unido a ello, el gran menoscabo de nuestras casas, iglesias, escuelas, cultivos, ganados, etc. Estos datos poco a poco nos van haciendo conscientes, que nuestra vida no será como la de antes”.
Dirigiéndose a la población puertorriqueña, el Presidente de la Conferencia Episcopal insta a no abatirse y a no ceder a la desesperación y al caos provocados por esta serie de catástrofes que se suman a la crisis económica en la que se encuentra el país: “Unidos a Cristo, nuestra vida puede dar mucho fruto, evitando el pesimismo y dando paso a la esperanza”, afirma.
En su invitación a renacer y a la reconstrucción del País, el Arzobispo explica que “renacer requiere un compromiso con nuestra tierra, somos sus administradores y no sus depredadores. Nuestras casas, escuelas, templos, carreteras y propiedades están seriamente laceradas. También las iglesias de nuestros y hermanas de la comunidad ecuménica, las sinagogas de nuestros hermanos hebreos, así como las mezquitas de los musulmanes que habitan en Puerto Rico. No permitamos que nuestro ánimo desfallezca dando espacio al egoísmo y a la violencia. Solo la unión hace la fuerza”.
“Tenemos que redescubrir la perla de los mares, es necesario que caminemos juntos, ayudándonos los unos a los otros para que la belleza de nuestra patria, sus montañas, campos, ríos, mares y ciudades, brillen nuevamente. Queremos invitar a un gesto de caridad con los más afectados a través de una colecta en nuestras diócesis. Además coordinaremos un gesto de solidaridad nacional a través de Cáritas de Puerto Rico” concluye Mons. Nieves.
La isla más pequeña de las Grandes Antillas está en plena emergencia. Los 3,4 millones de habitantes están luchando con apagones continuos y no hay combustible para ejecutar los generadores de energía. Los daños a las viviendas y las infraestructuras son enormes, con centros enteros habitados prácticamente arrasados o carreteras completamente destruidas. También hay grandes problemas debidos a la falta de electricidad en los hospitales. Muchas farmacias están cerradas por daños estructurales, falta de medicamentos y de bienes de primera necesidad.
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