McAllen – “A pesar de que el movimiento de inmigrantes centroamericanos que cruzan la frontera ha disminuido en comparación con el año pasado, no se ha detenido” ha subrayado el obispo de la Diócesis de Brownsville, Su Exc. Mons. Daniel E. Flores, y sor Norma Pimentel, directora del Centro Caridades Católicas de Río Grande Valley, después de visitar junto con otros agentes de pastoral, el centro de refugiados montado en la Iglesia del Sagrado Corazón en McAllen.
Según la nota enviada a la Agencia Fides desde Brownsville, la visita se llevó a cabo el miércoles 6 de mayo y luego durante el encuentro con los periodistas, se volvió a confirmar la voluntad de ayudar a este gran grupo de personas. El obispo ha explicado que en el Valle de Río Grande hay muchas familias que viven una vida dividida, porque los padres dejan sus países de origen para tratar de mejorar la vida de sus hijos que se quedan en la patria. Mons. Flores no ha descartado que la inmigración está aumentando últimamente, considerando las personas que llegan a diario al centro de refugiados en McAllen.
Sor Norma Pimentel ha añadido: “La inmigración continúa, no se ha detenido, y ahora han vuelto a aumentar los números y el mes pasado registramos hasta 100 inmigrantes en un día, aunque lo habitual es recibir de entre 50 a 60 personas. La razón por la que había disminuido es que el gobierno optó por crear centros para detener a familias, pero en estos centros no quieren tener problemas con las mujeres embarazadas, que son las primeras en salir de ellos. Es por eso que la mayoría de las personas que acogemos son precisamente mujeres embarazadas”.
Este panorama se deriva de la necesidad de los inmigrantes de reunirse con sus familias, esperanzados en que se apruebe la ansiada reforma migratoria. El mismo Mons. Flores ha destacado que debido a la ausencia de un acuerdo y la falta de voluntad de los partidos políticos a trabajar juntos, muchas familias siguen viviendo divididas.“En la Iglesia queremos recordar al mundo que el valor principal es proteger a la familia”, ha concluido el obispo de Brownsville.
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