Damasco (Agencia Fides) – Disparos de mortero dañaron ayer la escuela primaria cristiana de S. Juan Damasceno, en el distrito de Al-Qassaa, en Damasco, provocando la muerte de 5 niños e hiriendo a otros 27. Otro cohete cayó en un autobús escolar en Bab Touma, un suburbio de Damasco predominantemente cristiano, hiriendo a 5 estudiantes. En la misma zona, un proyectil de mortero golpeó la iglesia de la Santa Cruz, que ya había sido alcanzado en días anteriores y otro disparo ha dañado la iglesia de San Cirilo. Otras tres personas murieron por un proyectil, siempre en el centro de la capital.
En los últimos días, un misil también había golpeo la Nunciatura Apostólica, mientras que el domingo, 10 de noviembre un proyectil de mortero, golpeo un coche en la calle, matando a un hombre cristiano con sus cuatro hijos.
Desde hace días, el centro histórico y la zona más moderna del centro de Damasco, son blanco de una lluvia de fuego de mortero por parte de los rebeldes armados que están atrincherados en los barrios de los alrededores, ocupados por milicianos. Como explica a Fides el sacerdote de Damasco, “los barrios se ven afectados de manera indiscriminada, sólo porque son zonas bajo el control del ejército regular. Y la población civil paga las consecuencias. Los suburbios de Damasco como Jaramana, Kassaa, Malki, que son los más pluralistas, habitados por personas de diferente origen étnico y religión están en el mirino”. En una nota enviada a la Agencia Fides, el p. Gabriel Dawud, sacerdote sirio ortodoxo de la Catedral de St. George, en Damasco, dice “en nuestras iglesias seguimos esperando y encendiendo velas, rezando por todos los fieles que han muerto, y por aquellos en situación de riesgo, especialmente por los pueblos cristianos amenazados por bandas armadas, rezamos para que la paz pueda regresar a Siria”. (PA) (Agencia Fides 12/11/2013)
Publicar un comentario