Yangon (Agencia Fides) – A pesar de las negociaciones de paz en curso, los enfrentamientos entre el gobierno y las fuerzas armadas de Myanmar el “Kachin Independence Army” (KIA) van en aumento y se han creado más de 2.000 nuevos desplazados en las zonas donde vive la etnia Kachin, una minoría étnica sobre todo de religión cristiana que vive en el norte de Myanmar. Así lo informa a la Agencia Fides un comunicado conjunto emitido por “Karuna Myanmar” (que es la Cáritas local), junto con otras organizaciones humanitarias en la zona, tales como “Kachin Baptisi Convention”, “Kachin Development Group”, “Metta Development Foundation”, “Shalom Foundation”.
Según lo informado a la Agencia Fides, los últimos enfrentamientos han obligado a los residentes de la zona Kachin, cerca de la aldea de Nam Lim Pa, a huir de sus hogares. Los refugiados han quedado aislados y rodeados en la zona de guerra durante más de tres semanas sin que se concediese la creación de un corredor humanitario. En el pueblo había un internado que albergaba a 700 estudiantes y 34 profesores, rodeado por las tropas y liberado sólo después de la mediación de Cáritas. Los últimos enfrentamientos han agravado la situación de las personas que ya estaban desplazadas, obligándolas a nuevos desplazamientos.
Karuna y otras ONG han lanzado un llamamiento urgente: “Una solución pacífica a los conflictos en Myanmar es una prioridad clave para el bienestar de la población y el futuro del país: exigimos el cese inmediato de las hostilidades”. Las Ong invitan a “respetar el derecho internacional humanitario y las convenciones internacionales sobre derechos humanos y sobre la protección de los civiles en las zonas de guerra. Las partes en conflicto deben respetar el principio de distinción entre civiles y combatientes y evitar víctimas civiles”, se afirma. Asimismo, se pide a las partes en conflicto “que permitan el libre acceso a las organizaciones humanitarias en apoyo de todas las personas desplazadas internamente, independientemente de su ubicación”. Cáritas afirma que está “extremadamente preocupada por los niños que están traumatizados, por los estudiantes desplazados y piden más ayuda para hacer frente a la emergencia alimenticia y educativa. (PA) (Agencia Fides 19/11/2013)
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