Beirut (Agencia Fides) – Más de 20 personas han muerto en el atentado suicida de esta mañana en el sur de Beirut, cerca de la embajada de Irán. Los muertos – comunican en los primeros balances oficiales los organismos libaneses - son 23 e los heridos ascienden a casi 150. Según los informes preliminares de fuentes de seguridad libanesas, un terrorista suicida en una motocicleta ha hecho un primer ataque, seguido inmediatamente por la explosión de un coche bomba.
La embajada iraní en Beirut, en un comunicado, ha negado el ser objetivo del ataque. Pero entre las víctimas también figura el empleado de la cultura de la embajada, Ibrahim Arsari. En la misma zona, un bastión del movimiento chiíta Hezbollah, los yihadistas suníes ya había realizado en los últimos meses varios atentados contra objetivos chiíes. Mientras que las milicias de Hezbolá siguen operando en Siria en apoyo del ejercito del gobierno en las operaciones militares contra las fuerzas rebeldes.
“Desafortunadamente”, dice a la Agencia Fides el P. Paul Karam, Director de las Obras Misionarias Pontificias en el Líbano - el atentado de hoy no es un episodio aislado. La violencia sectaria tiene un propósito, y quiere incendiar y desestabilizar todo Oriente Medio: en la actualidad en la mira están especialmente el Líbano e Iraq. Para cumplir sus diseños delirantes no tienen ningún reparo en matar a los niños que van a la escuela, o los adultos que van a trabajar o regresan a casa. Como cristianos, compartimos el dolor de nuestra gente, y seguimos repitiendo que de ninguna manera actos similares de terrorismo pueden buscar justificación en razones religiosas” (GV) (Agencia Fides 19/11/2013).
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