Guwahati (Agencia Fides) – “Si somos perseguidos por causa de nuestra imprudencia, arrogancia institucional, falta de integración cultural, no debemos considerarnos mártires”: lo afirma en una nota enviada a la Agencia Fides, S. Exc. Mons. Thomas Menamparampil, Arzobispo Emérito de Guwahati y todavía responsable de la Oficina de Evangelización de la Federación de las Conferencias Episcopales de Asia (FABC). En el texto que el Arzobispo ha compartido con la Agencia Fides, se hace referencia al contexto de la India y a otras zonas de Asia, donde los cristianos sufren persecución, precisamente en el día en que la Santa Sede publica la Exhortación Apostólica del Papa “Evangelii Gaudium”.
El texto enviado a la Agencia Fides afirma: “Sin duda, puede haber oposición, pero no es en contra de Jesús o de su mensaje, sino en contra de la impresión negativa desarrollada hacia los cristianos, es decir, a aquellos que están asociados con el mensaje”. La afirmación del prelado - que recientemente ha recibido de la Universidad Urbaniana de Roma un Doctorado Honoris Causa en 'Misionología' - pone en cuestión el trabajo de las comunidades cristianas, a menudo vinculadas al Pentacostalismo pero también a los movimientos presentes en la Iglesia Católica, que promueven un “estilo de misión”, que a menudo se confunde con “proselitismo”.
La evangelización es algo completamente diverso del proselitismo - que también el Papa Francisco ha llamado “un solemne disparate”. Todo esto no significa “apagar el ardor misionero”: el arzobispo lanza un apelo para que “renazca el entusiasmo misionero”, afirmando “la necesidad de compartir la Buena Noticia con gran confianza en sí mismos”. Sin embargo, esto sólo es posible “a través de la construcción de buenas relaciones y la eliminación de prejuicios”, señala. “El mensaje cristiano - dice - puede ser comunicado en su verdadero significado sólo si revela el 'rostro humano' de Cristo, y hace propio su mensaje profundo de misericordia y compasión hacia los demás”.
San Pablo – recuerda el arzobispo - proclamaba la buena nueva a las nuevas comunidades, relacionándose con ellos “con gran respeto”: “Era sensible al patrimonio cultural y étnico de cada pueblo. El apóstol siempre comenzaba haciendo propias las preocupaciones y angustias de la gente, y haciendo su predicación comprensible a través del uso de sus categorías, adaptándose a la visión del mundo y la mentalidad del lugar”. Por lo tanto, “existe una pedagogía especial en la transmisión de la fe más allá de la propia cultura”, dice Mons. Menamparampil.
En décadas de servicio pastoral en la conflictiva región del noreste de la India, por ejemplo - donde el arzobispo ha promovido varias negociaciones de paz entre las poblaciones locales - “el trabajo de reducción de la ira mutua y los conflictos de clase, casta, origen étnico, grupos religiosos, se ha convertido en algo fundamental para nuestro servicio misionero, para construir la paz, la reconciliación y hacer fértil la tierra al anuncio del amor de Dios”. (PA) (Agencia Fides 26/11/2013)
Publicar un comentario