Nairobi - “Se celebra el mal y se condena el bien”, aseguró monseñor Anthony Muheria, Arzobispo de Nyeri, en su homilía por la misa de apertura de la Campaña Nacional de Cuaresma celebrada en la catedral Nuestra Señora de la Consolata en Nyeri, Kenia.
Monseños Muheria condenó el hecho de que también en Kenia se ha difundido una cultura que “glorifica el mal”, algo ajeno a los cristianos. “Se elogia a los malhechores y se culpa a las personas que respetan la ley. Hoy estamos siendo testigos de la glorificación del mal, nosotros, los cristianos, los ciudadanos, recompensamos a los que hacen el mal mientras nos reímos de los que hacen el bien, llamándolos estúpidos”, denuncia el arzobispo.
Mons. Muheria lamentó la difusión de los juegos de azar y la corrupción que ha envuelto al país, indicando que es probable que estos vicios destruyan el tejido moral de Kenia. “¿Por cuánto tiempo nuestra nación será etiquetada constantemente como una nación de ludópatas”, se preguntó el arzobispo. “Nuestras familias están divididas porque los padres gastan todo su dinero en el juego. En nuestras ciudades, la mayoría de la publicidad es el juego. Parece que nuestros hijos solo han aprendido una cosa: que apostando se llega al éxito. Este no es el camino al éxito. El éxito es sudor, es trabajo es recompensa”.
Según el arzobispo Muheria, la corrupción presente en las instituciones y el mito del dinero fácil corroen la sociedad como consecuencia de la codicia: “No debemos dejarnos esclavizar por la codicia por el dinero, porque es un virus que nos impide vivir para Dios y respetar la ley de amor. Durante esta temporada de Cuaresma, deberíamos reflexionar sobre la codicia que ha hecho de Kenia una nación de jugadores, una nación de ladrones y una nación de corruptos”. “Oremos para que este momento de gracia no pase en vano, para que la palabra de Dios no regrese a Él sin cumplir aquello para lo que fue enviada: para curarnos, para exhortarnos a la conversión y la acción”, concluyó.
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