ASIA/INDIA - Jubileo en el santuario mariano en Orissa. “Confiamos nuestro sufrimiento a María”, aseguran los cristianos

Agenzia Fides Kandhamal - Más de 45,000 personas asistieron a la celebración de Jubileo del santuario mariano de Partama, en Orissa, en el este de India, el 5 de marzo. El arzobispo John Barwa, que dirige la diócesis de Cuttack-Bhubaneswar, fue el celebrante principal, junto con monseñor Sarat Chandra Nayak, obispo de Berhampur, y más de 70 sacerdotes, 50 hermanas religiosas de diferentes partes de Orissa. Todos se reunieron en Partama, en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, en el distrito de Kandhmal, en Orissa, teatro de las masacres anticristianas de 2008.

“Donde está María, está Jesús y donde está Jesús hay alegría, María no solo es Madre de Dios, es la Madre de todos los que buscamos su intercesión constante, a la que confiamos nuestro sufrimiento”, dijo el obispo Barwa. “El Jubileo es una oportunidad para que podamos agradecer a Dios y celebrar su cuidado providencial expresándole una profunda gratitud”, aseguró el obispo Nayak en su homilía.

El obispo elogió a los fieles locales “que se mantuvieron firmes en su fe en Cristo a pesar de las amenazas, persecuciones y humillaciones sufridas durante el período de la violencia anticristiana en Kandhamal en 2007-2008. Que nuestra Madre María se convierta en nuestro modelo y ejemplo para que permanezcamos siempre estrechamente vinculados con el Señor”.

James Nayak, el secretario del consejo parroquial, contó a Fides el origen del santuario. Una viuda hindú fue al monte Partama para recoger leña el 5 de marzo de 1994. Allí, una hermosa dama le dijo que le pidiera al sacerdote católico que construyera una iglesia para rezar el Rosario por la conversión de los pecadores. La mujer hindú, cuando estaba contando este episodio, recibía burlas. Después, la mujer se volvió a aparecer a un niño de 12 años al que dijo: “Soy la Madre de Jesús. Rezad todos los días el Rosario para edificar el Reino de Dios hecho de paz, alegría, amor, justicia, verdad y fraternidad”. El sacerdote de la parroquia local, el padre Alphonse Balliarsingh, al que contaron la historia, construyó una pequeña cueva y colocó una estatua de la Virgen del Rosario en la montaña. Los fieles comenzaron a peregrinar a ese lugar, rebautizado como “María de Partama” y le encomendaron el sufrimiento y la persecución sufridos. El de Partama es hoy el único santuario mariano de la archidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar.
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