Parigi – El Arzobispo Giovanni Pietro Dal Toso, Secretario adjunto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y Presidente de las Obras Misionales Pontificias, ayer por la tarde, 28 de septiembre, inauguró en París, el Congreso Misionero que reunirá durante los próximos tres días a sacerdotes y laicos franceses para reflexionar juntos sobre la evangelización en el país y sobre como proponer la fe hoy en día.
Este congreso se viene realizando desde el 2015, el último fin de semana de septiembre, con la ayuda de las Obras Misionales Pontificias de Francia. Los grandes aspectos sobre los que trata el Congreso del 2018 giran en torno a temas fundamentales como realizar una pastoral parroquial completamente misionera; como anunciar a Jesucristo entre las nuevas generaciones, en el ámbito social y político, en los espacios públicos; como pueden los matrimonios cristianos ser imagen del amor de Dios.
Mons. Dal Toso, alegrándose por esta experiencia misionera, la ha definida “un signo de vitalidad,
un signo de que la Iglesia se está moviendo en la dirección que el Papa Francisco ha indicado desde el inicio de su pontificado con la exhortación apostólica Evangelii Gaudium”. Luego ha dividido su intervención en tres etapas: la Iglesia misionera, el contenido de la misión, la misión y la cultura.
Citando los resultados de una encuesta reciente de un conocido instituto de investigación, según el cual en Europa solo el 27% de los encuestados cree en el Dios revelado en las Escrituras, el Arzobispo ha destacado “la necesidad de la misión” hoy en día: “debemos dar al hombre la experiencia de Dios que lo ama, para que este hombre, esta mujer, pueda aprender a amar plenamente”. Llevar el Evangelio, la buena nueva que es Cristo, es decir, evangelizar, es tarea de la Iglesia. “Estamos en la Iglesia y Dios ha querido que la Iglesia se manifestara al hombre, y también al hombre de hoy, al que Dios quiere salvar. Esta es la única razón por la cual existe la Iglesia, solo para evangelizar”.
El presidente de las Obras Misionales Pontificias también ha subrayado que “la misión de evangelización que la Iglesia ha recibido de Cristo no es una misión abstracta o teórica”, sino que se concreta a través del testimonio. El Concilio Vaticano II insistió en la “responsabilidad misionera del Pueblo de Dios en su conjunto” y para mantener viva esta responsabilidad de toda la Iglesia hacia la misión, el Papa Francisco ha querido convocar un Mes Misionero Extraordinario, en octubre de 2019. “Este deber misionero une la Iglesia local a la Iglesia universal”, ha dicho citando el Catecismo de la Iglesia Católica y las Escrituras, y destacando que Jesucristo “ha querido una sola Iglesia”, que encuentra su sustancia y sus elementos constitutivos en cada Iglesia local, como subraya el Concilio.
“La insistencia en el hecho de que la Iglesia está llamada a ser misionera no debe hacernos descuidar una cuestión fundamental – ha continuado-. ¿En qué consiste la misión? Jesús, enviando a sus discípulos después de su resurrección, indica claramente el propósito de la misión: enseñar y bautizar. Por lo tanto, podríamos resumir en un doble movimiento el 'centro' de la misión: la proclamación y el sacramento que marca la conversión”.
En la última parte de su discurso, Mons. Dal Toso ha propuesto una reflexión sobre la relación con la cultura, que en Europa ha tenido como catalizador a la fe cristiana. “¿Podemos decir que el hombre secularizado se ha vuelto más feliz, más libre, más realizado, más sensible a sus hermanos porque se ha liberado de Dios y de su Iglesia? ¡No lo creo! La misión de la Iglesia es salvar al hombre, es decir, dar a su cultura un rostro completamente humano. La Iglesia salva al hombre al proclamarle el Evangelio. El hombre de hoy necesita este evangelio para renovarse y renovar el mundo en el que vive, porque la fe vivida se convierte en cultura”.
Link correlati :El texto completo del discurso, en francés
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