Johannesburgo - "Una vez más, tuvimos que ver imágenes difundidas por los medios de comunicación de sudafricanos bien vestidos y bien alimentados que saqueaban negocios extranjeros, atacando los dueños, amenazándolos de muerte y dejando a su paso destrucción" dijo mons. Buti Joseph Tlhagale, arzobispo de Johannesburgo y Presidente de la Oficina para los Migrantes y los Refugiados de la Conferencia de Obispos Africano del Sur , al denunciar la violencia xenófoba que se produjo la semana pasada en Zeerust y en Soweto.
Al menos cuatro personas murieron en los ataques a tiendas de extranjeros después de que un comerciante no sudafricano le quitó la vida a uno de los delincuentes mientras cometía un robo. Aunque todas las víctimas son sudáfricanas, varios establecimientos comerciales pertenecientes a extranjeros fueron saqueados y destruidos. Previamente se produjeron otros desórdenes luego de que se difundiera la noticia de que algunos comerciantes inmigrantes vendían productos vencidos o falsificados.
"Sea en Zeerust que en Soweto, los ciudadanos debieron haber denunciado ante la policía la presunta venta de drogas o de mercancía caducada, por parte de algunos inmigrantes. No se puede hacer justicia por los propios medios", subrayo mons. Tlhagagle.
El arzobispo también dijo que se quedó asombrado al ver a los saqueadores cargar refrigeradores, estufas y otros equipos en los camiones, y llevarse todo delante de policías que no intervinieron.
Recordando que cerca del 80% de la población de Sudáfrica se declara cristiana, mons. Tlhagale instó a respetar el mandamiento evangélico "amarás a tu prójimo como a ti mismo" . Por lo tanto, subrayo, odiar a alguien sobre la base de la nacionalidad, la raza, la religión o la afiliación tribal, es una violación directa del mandamiento del amor.
Según el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados hay 280.000 refugiados y solicitantes de asilo que viven en Sudáfrica. .
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