Bamenda - En las provincias anglófonas de Camerún la tensión continúa aumentando. Los enfrentamientos entre los grupos independientes y el ejercito son cada vez más frecuentes y quién sufre las consecuencias es la población civil. Ahora es peligroso salir por la calle a cualquier hora del día. Las actividades están paradas o se ven ralentizadas por los enfrentamientos. Y no parece verse en el horizonte ninguna solución política. Con estas palabras han expresado su preocupación a la Agencia Fides fuentes de la iglesia católica en Bamenda, uno de los centros principales de las provincias anglófonas.
Tras pedir el anonimato por cuestiones de seguridad, las fuentes de Fides afirman: “Desde hace dos o tres semanas se están produciendo continuamente enfrentamientos. Las fuerzas armadas de Camerún hacen frente a los ataques imprevistos de los independentistas. Se han producido ya varios muertos en
ambos bandos. ¿Cuantos? Es difícil decirlo. Y la situación sigue empeorando”.
Las provincias anglófonas, unidas a las regiones francófonas después de la independencia alcanzada el 1 de enero de1960, siempre han reivindicado su propia autonomía. En particular, piden poder utilizar el inglés, en lugar del francés, como legua en los actos públicos y en las escuelas. También piden que en los tribunales se aplique el sistema de la common law británica en lugar de los códigos de origen francés que están en vigor en otros lugares del país. Si en los primeros años después de la independencia, se reconocía una cierta forma de independencia, con el tiempo los anglófonos vieron erosionarse sus espacios propios e iniciaron a experimentar una cierta asimilación.
“Actualmente - continúa la fuente de Fides – existen tres posiciones diferentes. Están los que esperan una autonomía, dentro de una federación con los francófonos; están los independentistas que quieren una secesión de Yaoudé. Y por último existe una gran tierra de nadie, de personas que se definen 'neutrales', que piden poder utilizar el inglés y que se respeten sus propias tradiciones, sin tensiones”.
A partir del 2016 las manifestaciones por la inconformidad se hicieron más frecuentes. El 1 de octubre de 2017, los sectores más extremistas llegaron a declarar la independencia de las dos provincias anglófonas de Camerún y el nacimiento de la República de Ambazonia. Esto provocó el incremento de la tensión en ambas provincias. “El Gobierno central – explica la fuente – afirma con palabras que quiere la paz y la estabilidad de la región, pero no hace nada concreto para instaurar una mesa de negociaciones. Aquí llegan constantemente más soldados y la tensión aumenta”.
Por todo esto la situación es cada vez más tensa. “La vida se hace difícil. Todos los lunes se paran las actividades en señal de protesta, la gente no sale de casa. Todo se queda parado. Es una forma de protesta que lleva tiempo sucediendo. Para superar la crisis hace falta diálogo y apertura. Pero por el momento no se ve ninguna salida”.
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