Zamboanga City – “Existen muchas experiencias preciosas en Mindanao que muestran el espíritu de diálogo y paz. Los vimos durante el período de asedio en Zamboanga en 2013 y también en Marawi este año. La gran reunión de jóvenes católicos que está en curso tiene como objetivo fortalecer este espíritu de convivencia y armonía. Mientras tanto, invitamos a todos a reunirse y compartir historias positivas y buenas noticias que infundan esperanza. Necesitamos una presencia más visible en los medios para contrarrestar la mentalidad fundamentalista y la propaganda de la muerte del estado islámico”, dice a la Agencia Fides el p. Sebastiano D'Ambra, misionero del PIME, fundador del movimiento Silsilah en la ciudad de Zamboanga, en la isla de Mindao, donde vive en la “Aldea de la Armonía”, un lugar de coexistencia pacífica entre familias cristianas y musulmanes.
“Ya que algunos grupos usan la violencia, nuestro trabajo debe ser vivir y difundir más y mejor el respeto y el amor por cada uno, en medio de la diversidad de religiones. El trabajo de concienciación y el ejemplo dado con la vida es esencial. Mientras este espíritu no sea compartido por la mayoría, tendremos conflictos y divisiones en nuestra sociedad”, señala el misionero.
El p. D'Ambra continúa: “Este es un momento especial para Mindanao. Por un lado, existe el temor de que aumente el terrorismo y la propagación de la ideología del Estado Islámico ; por otro lado, las iniciativas del diálogo cristiano-musulmán son aún más visibles entre los líderes religiosos musulmanes que condenan el terrorismo y el uso del Islam para justificar la violencia. Este es un desarrollo positivo que Silsilah muestra como un signo de esperanza. Desde aquí puede comenzar un nuevo comienzo de reconciliación”.
El misionero recuerda lo que sucedió hace ocho siglos en el momento de las Cruzadas cuando Francisco de Asís fue a Egipto para encontrarse con el sultán musulmán Melek Al-Kamel en Damietta. “Esa reunión todavía puede ser paradigmática y simbólica hoy para nuestras comunidades”, señala, citando la reciente reunión del jefe de la Universidad de Al-Azhar, el Imam Ahamad al-Tayyeb con el Papa Francisco primero en Roma y, después de unos meses, en Egipto.
“Aunque la guerra en Marawi ha terminado – concluye el p. D'Ambra-, la ideología de la violencia continúa moviéndose de muchas maneras, en particular, motivada por el miedo, el dinero, el poder y la incomprensión. Hoy es el momento de que los líderes religiosos actúen con más valor para llevar la misión de diálogo y de paz a todos los sectores de la sociedad, con el mismo espíritu que animó el encuentro entre Francisco y el Sultán. Este es el momento de decirle a nuestra gente: somos diferentes por nuestra creencia pero respetamos la fe de los demás. Estamos unidos por la misma humanidad, somos creados por el mismo Dios, y somos hermanos y hermanas. Esto es lo que Silsilah continúa compartiendo con todos desde 1984”.
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