ASIA/MYANMAR - La “espiritualidad de la unidad” hace brecha en la iglesia birmana

Yangon – Los obispos católicos de Myanmar están interesados en promover la “espiritualidad de la unidad”: así lo indica a la Agencia Fides el obispo Felix Liam, presidente de la Conferencia Episcopal de Myanmar. Los obispos de Myanmar han mostrado gran atención hacia la realidad eclesial que promueve la “espiritualidad de la unidad”, es decir, el Movimiento de los Focolares fundado por Chiara Lubich en 1943. El pasado mes de junio, algunos delegados de los Focolares tuvieron una reunión en Yangón con exponentes de la Iglesia birmana que apreciaron públicamente el espíritu del Movimiento, que promueve los ideales de unidad universal y hermandad entre los pueblos, las culturas y las religiones.
“La población de Myanmar necesita redescubrir esta unidad”, ha dicho el obispo Liam a la Agencia Fides. “Me impresionó mucho la historia de la vida carismática y profética de la fundadora del movimiento. Hoy más que nunca, la Iglesia birmana necesita movimientos como los Focolares. Mientras que la arrogancia del poder divide a las personas por color y raza, el espíritu de los Focolares ha creado una 'comunión global' para la paz mundial”, ha agregado el cardenal Charles Bo, arzobispo de Yangón.
Los Obispos de Myanmar aprecian la idea de construir “una Iglesia que sea testigo de la comunión”, ofreciendo al país un ejemplo de “unidad en la diversidad”. En declaraciones a la Agencia Fides, el Cardenal ha recordado que “la Iglesia Católica en Myanmar se compromete a promover y orar por la justicia, la paz, la dignidad humana, una tarea que une a todas las religiones. Ninguna religión habla de odio. Cuantos propagan el odio en nombre de la religión son verdaderos enemigos de la religión. Tenemos un gran deseo de paz, y debemos ser agentes de paz y unidad en nuestro país. Nuestra nación sufre profundas heridas, por las divisiones y el odio que circulan en la sociedad. Estamos llamados a traer luz y alegría a aquellos que viven en la oscuridad del miedo, el odio y la tristeza. Con este espíritu, esperamos al Papa Francisco, que pronto estará entre nosotros”.